La legislatura en las Cortes de Aragón recibió ayer el finiquito con el debate de toma en consideración de los últimos presupuestos del Gobierno PP-PAR antes de que el próximo mes de mayo se configure un nuevo Parlamento autonómico. El debate fue una síntesis perfecta de estos últimos tres ejercicios, con las dos visiones antagónicas que han dado el Gobierno y los partidos que lo sustentan (PP y PAR) y la oposición de PSOE, CHA e IU.

No fue ayer la excepción y mientras el bloque gubernamental defendió los presupuestos --que por primera vez en la legislatura registraron una leve subida de 20 millones de euros, en total 5.254 millones de euros, con un techo de gasto no financiero de 4.654,68 millones-- como los de "la recuperación y la garantía de los servicios sociales desde la austeridad y la responsabilidad", para la izquierda consolidan los recortes y demuestran "la inacción e incapacidad" del Ejecutivo para activar la economía y generar riqueza. Al contrario, a su juicio, empobrecen más a una ciudadanía "que vive peor que en el 2011".

El consejero de Hacienda, Javier Campoy, se creció en los elogios y las floreadas adjetivaciones para definir los últimos presupuestos del Ejecutivo y los primeros confeccionados por él. "Con estos presupuestos damos la bienvenida a un círculo virtuoso de credibilidad, crecimiento y creación de empleo. Son minuciosos, disciplinados y rigurosos y se comienza a vislumbrar ya un futuro mejor", indicó ante una oposición atónita y quejosa que no paró de interpelar desde los escaños las palabras del consejero. Demagogia y cinismo fueron los términos que se oyeron desde las filas socialistas, y también desde las de CHA e IU.

Garantizó los servicios sociales y aspectos como las becas de comedor y dibujó unas perspectivas de crecimiento que no convencieron a la oposición. Campoy sacó pecho de la bajada de impuestos "que pondrá en el bolsillo de los aragoneses 20 euros", algo que fue muy contestado. Patricia Luquin, de IU, le aseguró que de poco sirven esos 20 euros si no se hacen escuelas u hospitales. Javier Lambán (PSOE) enumeró una serie de datos socioeconómicos para demostrar que "Aragón está peor y dejarán una terrible herencia", al tiempo que las cuentas "no blindan el estado del bienestar sino que lo recortan". José Luis Soro, de CHA, apreció que "no van a servir para acabar con la pobreza y la desigualdad ni revitalizarán los pueblos ni la economía".