El ambulatorio de San José perderá la práctica totalidad de su servicio de radiodiagnóstico en los próximos días para desplazar el aparataje y los profesionales al hospital Miguel Servet, al que deberán dirigirse, a partir de mediados de octubre, los usuarios.

La decisión está tomada y así se lo ha transmitido ya la subdirección médica del Servet a los seis radiólogos del centro. Solo uno --un técnico en radiodiagnóstico-- permanecerá en el centro de especialidades, donde tan solo podrán llevarse a cabo a partir de ahora pruebas de radiología simple como placas de huesos, tórax o abdomen. Contrastes digestivos o urológicos y ecografías pasarán al Servet. "Estamos hablando de pruebas específicas que ya se derivaban al Servet y, de hecho, en algunos casos se hacían directamente en el hospital", justificaron fuentes del Departamento de Sanidad, que aseguraron que la medida no supone un recorte. "El ahorro es cero euros".

Pero la decisión se entiende como un "desmantelamiento" por parte de los usuarios, que han comenzado una recogida de firmas en contra de la supresión de consultas y que exigían el mantenimiento del servicio de radiología en el ambulatorio.

SIN VUELTA ATRÁS

Pero no habrá vuelta atrás de la Administración, que había condicionado la supresión del servicio en el ambulatorio a las conclusiones obtenidas de un estudio. Ahora, una vez concluido el informe, la decisión, como se preveía, es firme y radiodiagnóstico irá al Servet. "Estamos hablando de un mamógrafo y un ecógrafo para realizar unas pruebas que en el centro no se podían hacer porque requerían de especialización y acababan por darse en el Servet, así que el paciente hacía dos viajes --uno al centro y otro al hospital-- y ahora se hará uno solo, pero se mantiene la estructura y los profesionales, así como los aparatos, solo que se trasladan al hospital, así que no se puede hablar ni de recortes ni de despidos", añadieron desde el Salud, que insistió en que la reorganización parte "de los propios coordinadores" para "mejorar el servicio".

Mientras, profesionales y usuarios admiten su incertidumbre. Los especialistas desplazados no conocen todavía cuáles seran sus funciones, aunque alguno podría cubrir huecos dejados por los médicos jubilados anticipadamente. Mientras, los vecinos protestan contra la obligación de desplazarse al Servet para realizar pruebas con informe.