Los responsables de la CEOE, Cepyme, CCOO y UGT en Aragón han mostrado hoy su preocupación por la situación de la planta de Opel en Figueruelas de paralizarse la fabricación del nuevo Corsa y han llamado a empresa y comité a retomar la negociación del convenio.

Los presidentes de CEOE y Cepyme Aragón, Fernando Callizo y Aurelio López de Hita, el secretario general de UGT en la comunidad, Daniel Alastuey, y la secretaria de Cohesión y Diálogo Social de CCOO, Marta Arjol, han mostrado su preocupación por la situación en Opel tras reunirse con el consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Fernando Gimeno, quien ha advertido de las afecciones a la economía aragonesa si esa decisión se lleva a efecto.

Gimeno ha admitido que se trata de un problema "grave" para la Comunidad, y que el presidente, Javier Lambán, ya ha tomado iniciativas al respecto, en concreto, ha pedido reunirse con la dirección y con el comité de empresa para analizar la situación.

Callizo ha incidido en que se trata de una noticia "muy preocupante" tanto para la planta con para la industria auxiliar y en que espera que este anuncio sea "parte de las medidas que se toman en una mesa cuando se está negociando y que no sea definitivo", y por tanto que las conversaciones se reconduzcan y se cierren con acuerdo.

Porque las consecuencias para el empleo y la economía de Aragón serían "muy graves" si no llegan nuevos modelos.

También López de Hita ve la situación en la planta "muy preocupante", sobre todo por repercusión que tiene la factoría como "auténtica locomotora" de la economía de Aragón y de la que dependen muchos proveedores e industrias subsidiarias a las que les podría afectar.

"Yo espero que por las partes negociadoras haya la elasticidad y el equilibrio suficiente como para poder llegar a acuerdos y la situación, que no es deseable para nadie, se pueda superar", ha remarcado el líder Cepyme Aragón.

Por su parte, Alastuey ha respaldado a la sección sindical de UGT en la planta y al comité, que es el que mejor conoce la situación de la factoría y que por unanimidad acordó suspender la negociación del convenio colectivo mientras la dirección no incluyera entre los puntos a tratar los cinco que la parte sindical ve prioritarios, el fundamental, la presentación de un plan industrial para la factoría, que para Alastuey es "absolutamente imprescindible".

"Pedir sacrificios a los trabajadores sin ninguna contrapartida y sin saber exactamente cuál va a ser el futuro de la planta, evidentemente bloquea la negociación", ha dicho Alastuey, quien ha incidido en que este anuncio forma parte de una negociación, que la plantilla ha demostrado a lo largo de los años que es capaz de hacer sacrificios en función de la coyuntura económica y que la empresa debe presentar ese plan para desbloquear las conversaciones.

"Sin ningún tipo de perspectiva, sin ningún tipo de certidumbre sobre el futuro es imposible continuar con la negociación", ha aseverado el líder de UGT Aragón, quien ha apuntado que el nuevo propietario, el grupo PSA, cuando se hizo con Opel "sabía perfectamente lo que estaba comprando" y por tanto "ya tenía unos planes definidos" y "los debería enseñar".

Arjol ha pedido "mucha prudencia y mucha negociación" ante esta situación, y esperar a lo que ocurra en las próximas horas.

Desde CGT, Santiago Arcos, miembro de la comisión negociadora del convenio, ha insistido en considerar esta decisión "un chantaje" que les preocupa pero que también ven como "un órdago sobre la mesa", una "medida de presión" que toma la dirección después de que los sindicatos hayan planteado cinco "requisitos mínimos" irrenunciables para negociar el nuevo convenio, que PSA-Opel no ha aceptado, entre ellos la elaboración de un plan industrial de futuro.

Arcos insta a la empresa a cumplir los acuerdos tomados y a hacer "esfuerzos" como paso previo a la negociación.

Los sindicatos, especialmente CGT, no están dispuestos "a más recortes y retrocesos" y, de momento, están valorando de forma individual las posturas que van a tomar y probablemente el viernes, o el lunes, las centrales sindicales se reunirán para acordar las "medidas de presión".