"Querido hijo:

Para ti mi niño, mi angelito, mi vida... Es esta carta que te dedico para que te impregne de todo el amor que siento.

Tú me cambiaste la vida desde el momento que supe que te estaba esperando y más cuando llegaste al mundo. No he podido disfrutar de tus abrazos, tus besos, tus primeros pasos, pero nunca te he olvidado y te llevo en mi corazón. Tus hermanos ocupan parte de él, pero siempre he reservado un trocito para ti. En todo este tiempo les he hablado del hijo que nunca he conocido y por el cual tanto me han visto sufrir. Es por ello, que ellos también te añoran, te quieren y anhelan estar junto a ti.

El día de la madre se va acercando y, a pesar de tener el amor de mis otros hijos, en este día tan especial me haces falta tú y escuchar de tu boca un "te quiero, mamá".

Le pido todos los días a Dios que me ponga de nuevo en tu camino para poder recuperar todo el tiempo perdido.

Estés donde estés te hago sentir que el amor de tu madre siempre te acompañe y nunca, nunca desaparecerá.

Te quiero, hijo".

Agustina Olmo