El Estudio de Filología de Aragón (EFA), donde se formaron importantes filólogos aragoneses como María Moliner, celebra su primer centenario con una exposición, que lleva por título "Siempre Aragón", en la que se exhibirán diversos documentos sobre sus logros.

La muestra, que se inaugura hoy, permanecerá en la Galería de Arquillos del Palacio de Sástago de Zaragoza hasta el próximo 12 de abril.

El EFA se fundó el 3 de abril de 1915 con la dirección del catedrático Juan Moneva y Poyol y el patronato de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), y cuenta entre sus proyectos más significativos el proyecto de un "Diccionario aragonés", con una recopilación de materiales lingüísticos de toda la comunidad.

En este diccionario colaboraron, entre otros, personalidades de la época como Pedro Arnal Cavero, Eduardo Cativiela, Tomás Costa, Vicente Ferraz, Joaquín Gil Berges o Jorge Jordana.

Ante la imposibilidad de editar dicho diccionario, en 1923 extendió su ámbito de estudio a la historia.

Como curiosidad, este estudio corrigió la decimocuarta y decimoquinta ediciones del "Diccionario de la Lengua Castellana" e incorporó aragonesismos a los mismos.

La comisaria de la exposición, Pilar Benítez, quien ha definido la muestra como "pequeña" y "sencilla", ha confiado en que sirva para que la sociedad aragonesa emprenda retos culturales y lingüísticos que "aún están vigentes".

Así, ha señalado cuatro aspectos por los que considera que su fundador, Juan Moneva, estaría satisfecho, como el recuerdo a una generación de jóvenes aragoneses que se formaron en el EFA y luego terminaron destacando en muchos ámbitos de la cultura nacional, y que un nuevo grupo haya "revivido" la misma ilusión cien años después.

También el hecho de que pusiera en valor medidas de acción positiva en favor de la mujer en un momento en el que el papel de ésta en la sociedad era "prácticamente inexistente".

O que se haya sacado "del polvo del olvido" aquellas recopilaciones de voces aragoneses que se fueron publicando en pequeños fascículos de los boletines oficiales provinciales de Zaragoza y Huesca para que formaran parte de dicho "Diccionario aragonés".

Por su parte, el diputado de Archivos y Bibliotecas de la DPZ, Bizén Fuster, ha destacado que la exposición se haya preparado "en tiempo récord" y de forma "extraordinaria", ya que no estaba en la programación, así como el trabajo "muy conseguido" que ha desembocado en una muestra "muy visual" y "muy perceptible" a pesar de lo complicado de su temática.

Asimismo, ha definido a la EFA como una "gran entidad cultural y científica, probablemente la más importante en el primer tercio de siglo XX en Aragón", que fue ideada al hilo de algunas similares creadas en otras regiones