La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) rechaza rotundamente la intención del Ayuntamiento de admitir la implantación de nuevas antenas de telefonía móvil, apenas un año después de haberse aprobado un Plan de Implantación de las mismas.

Desde la FABZ estiman que este Plan, que fue un "auténtico coladero" para admitir todas las existentes, se hizo además con una amplia previsión de futuro, contando con las propuestas de las operadoras. Por ello, se muestran sorprendidos de que ahora las operadoras pretendan añadir otras nuevas, y muchas de ellas en pleno casco urbano.

La FABZ insiste en que se retiren todas las actuales antenas declaradas ilegales y recuerdan que también que las operadoras "tienen el deber de justificar las instalaciones cuando las sitúan a menos de 100 metros de colegios, hospitales y cualquier centro sensible, cosa que no hacen", aseguran.

Tras esta argumentación solicitan al Ayuntamiento que "cumpla sus compromisos" que regulan dichas instalaciones, y ponga en marcha la Comisión de Seguimiento que, entre otras cosas, deberá velar para que se cumplan varios compromisos.

Entre estos compromisos recuerdan que se debe crear y mantener un mapa de contaminación electromagnética y un registro de emplazamientos permanente y actualizado.

Además, se deben instalar monitores de radiofrecuencias en los últimos pisos mas cercanos a la instalación, que midan durante las 24 horas del día las emisiones de las antenas de telefonía, con el fin de indicar de forma permanente los niveles de inmisión que recibe el ciudadano.

Otro compromiso es "exigir a las operadoras pólizas de responsabilidad civil cubriendo todos los riesgos sin excepción", añaden que hay que realizar un seguimiento epidemiológico de la población y revisión médica anual para aquellos ciudadanos que permanezcan bajo la exposición de al más de 10 micrawatios/cm2.

Además el Ayuntamiento, debe realizar mediciones adecuadas en los puntos domiciliarios de mayor incidencia radioeléctrica, por correspondiente de mayor densidad de potencia, así como saber que tipo de frecuencias extremadamente bajas, corrientes y campos magnéticos acompañan a la onda portadora de alta frecuencia.

Mientras tanto, la FABZ hace un llamamiento a los grupos municipales para que "rechacen" cualquier solicitud de nuevas antenas, al entender que "supondría dejar sin sentido la operatividad de aquel Plan que pretendía ordenar y controlar su instalación".