El lobo origina sentimientos encontrados en Aragón. Los ganaderos de Monegros exigen a la Administración autonómica que capture al ejemplar que desde hace unos meses ataca a sus rebaños y que lo devuelva «a su hábitat natural». Pero los ecologistas sostienen que es una especie protegida y que un lugar como la sierra de Alcubierre es un ecosistema adecuado para este carnívoro.

Esa zona montañosa, situada al norte de la capital aragonesa, se ha convertido en refugio, al menos desde el mes de abril, de un lobo que es posible que proceda de La Rioja o la provincia de Soria, donde abundan estos animales, aunque algunos expertos consideran que podría proceder de Cataluña, adonde la especie pasó desde Francia.

Desde su instalación en la comarca monegrina, en torno a dos centenares de ovejas de ocho ganaderías diferentes han muerto como consecuencia de sus dentelladas, según los propietarios de rebaños de la zona comprendida entre Zuera, San Mateo de Gállego, Leciñena, Perdiguera, Monegrillo y Pina de Ebro.

El Gobierno de Aragón, que recientemente mantuvo un encuentro con alcaldes y ganaderos en Leciñena, está dispuesto a pagar los daños causados por el lobo y se ha comprometido a facilitar sistemas de protección de las explotaciones ganaderas, en especial vallas de mayor altura. Pero esas medidas no parecen suficientes a los afectados.

«Los lobos saltarán las vallas, por más altas que se pongan, por lo que lo mejor es que se capture al ejemplar que merodea por aquí y se lleve a una zona donde pueda estar con otros de su especie, pues en Monegros no pueden convivir los lobos y la ganadería extensiva», afirma Luis Manuel, un ganadero de Leciñena que ha perdido cuatro ovejas por ataques del cánido.

Jaime Seral, que es ganadero y carnicero en Leciñena, asegura que el lobo ha conmocionado Monegros . «Desde que anda por aquí ese animal no vivimos tranquilos», afirma. De hecho, no hace mucho, el carnívoro saltó el cercado que protege a su rebaño, en pleno monte, y mató a dos ovejas.

MUCHAS PÉRDIDAS // Tanto él como Luis Manuel consideran que la mejor solución es la captura del animal y su traslado a cualquier lugar de los frecuentados por los lobos, al oeste de la Península, en zonas montañosas de Castilla-León, Asturias y La Rioja. «Aquí no ha habido nunca lobos», recalca Seral.

Una opinión que no comparten los ecologistas. «Aunque pasen inadvertidas, las incursiones de lobos desde otras partes de España, lo cierto es que son frecuentes», asegura Luis Tirado, de SEO BirdLife.

Para Luis Manuel, los lobos no tienen razón de ser en Monegros. «Los pueblos afectados poseen términos que suman unas 100.000 hectáreas, y un territorio tan amplio es imposible de controlar», manifiesta.

Además, insiste en que los daños del lobo son siempre superiores a lo que se aprecia a primera vista. «A lo mejor mata a una o dos ovejas, pero muchas otras resultan heridas, sufren estrés o tienen problemas al parir», explica.

MODO DE VIDA // Desde su punto de vista, si los lobos llegaran a proliferar en Monegros, se pondría en peligro la continuidad de la ganadería extensiva.

«Si la política demográfica actual busca evitar la despoblación, no se puede permitir que se multiplique un depredador que atenta contra un modo de vida fundamental para muchas familias», recalca.