"Siendo el día que es me imagino de qué va, pero la verdad es que no me queda nada claro lo que piden", dice Rosa, que se acaba de encontrar de rebote con la manifestación antifascista. Unas 200 personas marcharon ayer desde la glorieta de Sasera hasta la puerta de la Delegación del Gobierno, alzando numerosos lemas como Zaragoza antifascista, Fuera fascistas de nuestros barrios o Ningún ser humano es ilegal.

Muchos viandantes, a los que la manifestación pilla por sorpesa, se paran a escuchar el mensaje de los antifas. Y, así, el debate pasa de un corrillo a otro de familias y grupos de amigos que han quedado como cualquier otro sábado. "En mi clase hay tres negros y yo me llevo bien con dos", le dice un joven a otro.

"¿No mandan ahora los socialistas? ¿Es el PSOE fascista?", se pregunta con estupor José Galán, uno de los que no termina de enganchar con el mensaje antifascista. Otros, por el contrario, aunque también se han encontrado con los manifestantes por casualidad mientras van hacia el cine o a tomar algo, conocen y comparten el objetivo: "Me parece muy necesario que haya manifestaciones de este tipo porque el nacionalismo y el chovinismo que vienen son muy perjudiciales, son valores antidemocráticos", comenta Eduardo Fariñas, un joven estudiante.

Marcha pacífica

"Mientras sea sin violencia, hay que expresar lo que se piensa", dice María Ángeles Calvo. Con esa frase podría resumirse el sentimiento general del público ciudadano improvisado. Ahora bien, hay quien matiza, como Gonzalo, que "ojo, que no es lo mismo decir una cosa que otra. Los antifascistas son una cosa y los fascistas otra muy distinta".

Durante la marcha, que se mantuvo pacífica en sus dos horas de recorrido con gran vigilancia policial, hubo momentos de recuerdo para Carlos Palomino y otros antifascistas europeos muertos a manos de grupos o personas de ultraderecha.

Otros paseantes, como Ignacio Ferrán, no le ven sentido a ir contra los nazis porque, dicen, "afortunadamente no quedan". Lo cierto es que sí existen algunos grupos denominados neofascistas, como el Movimiento Social Republicano, que congregó ayer a algunos de sus seguidores en el Parque Grande de la capital aragonesa, bajo el lema En honor a los caídos y por la libertad de Europa.

El comunicado de los antifascistas refleja que su ánimo es el de apoyar a la clase trabajadora ante los abusos de la crisis y, en especial, a la capa más frágil: la de los migrantes sin papeles.