El Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) abrirá este año una línea formativa destinada a mujeres con discapacidad sensorial auditiva para trabajar en materia de prevención, sensibilización y de detección de posibles situaciones de violencia de género. El objetivo de esta iniciativa es reforzar el servicio de atención psicológica para mujeres sordas que ofrece el IAM desde el 2007.

La directora del IAM, Natalia Salvo, apuntó ayer que las mujeres sordas son «un colectivo muy vulnerable» a la hora de sufrir exclusión social y violencia de género «porque tienen que hacer frente a una doble discriminación: una por el hecho de ser mujer y otra, por tener una discapacidad», dijo.

El servicio de atención psicológica para mujeres sordas es un recurso inédito porque Aragón es la única comunidad que tiene un programa de estas características. Desde su puesta en marcha, se han encargado de prestar ayuda a 300 mujeres sordas, hipoacúsicas o sordociegas.