El tráfico de estupefacientes ha recibido un segundo golpe desde que empezó el año con la incautación de 14.000 pastillas de éxtasis, 642 gramos de cocaína, 9.141 gramos de speed (lo que constituye un récord en Aragón) y 2.246 gramos de cafeína. También se intervinieron efectos relacionados con la manipulación y elaboración de drogas, como una mezcladora de 50 litros de capacidad.

La operación Popeye , presentada ayer en rueda de prensa por Eduardo Ameijide, delegado del Gobierno en Aragón, culminó el pasado día 28 con la detención de dos jóvenes zaragozanos de 26 años de edad, Bruno N. M. y Alejandro V. U. El primero de ellos "se movía con altas medidas de seguridad, del estilo de las que adoptan los elementos terroristas", en palabras de Pedro Garijo, responsable de la Brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Zaragoza, quien indicó que este detenido utilizaba un piso de seguridad ubicado en la calle Artieda del barrio Oliver.

"La operación todavía no ha concluido", señaló Garijo. "Además --añadió-- aún falta por abrir ante la autoridad judicial una caja fuerte que se hallaba en el piso de la calle Artieda".

El piso usado por Bruno N. M. presentaba numerosas medidas de seguridad. Pese a tratarse de una vivienda modesta, "estaba dotado de una puerta de entrada blindada", según Garijo, quien señaló que el detenido intentó desaparecer durante unos días al sospechar de un vehículo que se hallaba aparcado cerca de su piso de seguridad.

Con la última incautación, durante el mes de enero de 2003 se han intervenido en Zaragoza en torno a 30.000 pastillas de éxtasis, una cantidad que supone la mitad de las incautadas en 2002, en el que fueron aprehendidas 60.000 pastillas, 30.000 de ellas en el mes de noviembre.