Un incendio arrasó ayer unas 30 hectáreas de cereal sin cosechar en la localidad oscense de Capella. Todo hace indicar que fue precisamente una chispa producida durante los trabajos de recolección la que provocó el fuego, sobre las 13.45 horas. Este quedó extinguido a última hora de la tarde aunque quedó un retén en la zona para controlar que no se reavivase durante la noche.

En la extinción participaron los bomberos de Benabarre, además de cuadrillas terrestres, las helitransportadas de Peñalba y Boltaña y un hidroavión llegado desde Zaragoza, según fuentes de la DGA. El alcalde de la localidad, Sergio Baldellou, destacó la importancia de los medios aéreos porque "allí no había quien se acercase, ardía como la pólvora".

El primer edil agradeció el esfuerzo de los vecinos del municipio y de otros cercanos para intentar frenar las llamas con sus tractores y otra maquinaria, pero admitía que "pintaba mal" cuando las llamas estaban en plena expansión.

Hoy evaluarán los daños, indicó, que probablemente sean cuantiosos porque los campos estaban todavía sin cosechar en la localidad.