María --nombre ficticio para respetar su identidad-- fue, supuestamente, violada en el 2014 en los baños de un bar de copas de la capital aragonesa. Acudió al Servicio de Atención a la Mujer (que quiere ser privatizado por la DGA) para recibir asistencia jurídica, quien, tras estudiar el caso, la ayudó en los trámites a seguir para que se investigara el caso. La semana que viene el presunto autor, Enrique M. G., será juzgado.

El abogado de la joven, Antonio Muñoz, pide que sea encarcelado durante nueve años de prisión por la agresión sexual sufrida, así como la prohibición de aproximación por tiempo de diez años y una indemnización de 8.000 euros. La víctima fue asaltada cuando se encontraba orinando en un establecimiento. Fue una amiga la que acudió en su ayuda al extrañar la tardanza de María. Sorprendió al acusado en plena violación, quien salió corriendo para evitar ser detenido. Como consecuencia, la víctima sufrió varias lesiones en los muslos y en el brazo como consecuencia de los movimientos para intentar zafarse de él.

El asesoramiento legal en este caso permitirá a la joven poder presentar en el juicio unas muestras de ADN que señalan al procesado como el autor de la agresión.