La plaza del Pilar de Zaragoza fue escenario ayer de la más multitudinaria jura o promesa de bandera realizada por civiles que se ha celebrado en Aragón. Alrededor de 1.200 personas de 18 a 88 años, con mayoría de mujeres, besaron la enseña nacional en un acto organizado con motivo de la celebración del Día de las Fuerzas Armadas.

Los jurandos formaron en siete grupos distintos situados en el lado norte de la plaza, delante de la basílica del Pilar y el ayuntamiento de la ciudad. Cada uno de ellos tenía asignado el nombre de una antigua puerta de Zaragoza y su correspondiente bandera: cuatro del Ejército de Tierra (Academia de Logística de Calatayud, Brigada Aragón, AALOG 41, Pontoneros), dos del Aire (Ala 15 y Ala 31) y una de la Guardia Civil.

La ceremonia, que se desarrolló con muy buen tiempo, comenzó a las 12.00 en punto y duró algo más de una hora. Estuvo presidida por el general de división Otero Goyanes y por el comandante militar de Zaragoza Luis Lanchares. «Supone un orgullo besar nuestra bandera», afirmó el escritor y periodista Luis del Val, al comienzo del acto, ante una plaza llena a rebosar. «Es otra forma de rezar en este día de fiesta», subrayó.

Cuatro de los jurandos, Luis del Val, el más joven, el de más edad y un miembro de los mutilados del Ejército, recibieron cuatro diplomas y sendas banderas, en recuerdo de la costumbre que imperó en las Fuerzas Armadas españolas en siglos pasados. A continuación se realizó el homenaje a los caídos, tras el cual tres cazabombarderos de la Base Aérea de Zaragoza pasaron sobre la plaza del Pilar en vuelo rasante.