Un tribunal popular juzgará a partir del 16 de noviembre en la Audiencia Provincial de Zaragoza a Antonio Losilla, de 58 años, acusado de matar a su esposa, Pilar, después de que la víctima le anunciara su intención de romper la relación que mantenían y cuyo cadáver aún no ha aparecido.

El fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio, con el agravante de parentesco, y otro de falsedad en documento mercantil, por los que pide un total de 17 años de prisión, así como una indemnización de 50.000 euros para cada uno de sus dos hijos, y otros 30.000 para el hermano de la madre.

Antonio Losilla fue sometido al denominado "test de la verdad", la prueba clínica P-300 para determinar donde escondió el cadáver, aunque de momento no ha dado sus frutos.

Según la versión de la fiscalía, en el año 2011 la relación matrimonial se deterioró y la mujer comenzó a través de la red informática Badoo a contactar con otros hombres con los que intercambiaba correos que fueron detectados por el acusado, ya que conocía las claves de ella.

Además, en enero de ese año, la mujer reanudó una relación de amistad con un antiguo conocido, algo de lo que se enteró Antonio Losilla, quien les siguió en ocasiones y que, según esta misma versión de la fiscalía, antes de dejarle su mujer, ya tenía planeado matarla.

Según sostiene la fiscalía, el hombre descuartizó el cadáver y luego lo tiró en bolsas de basura en La Almunia de Doña Godina y Zaragoza. La familia denunció la desaparición de la mujer en abril de 2012.

Para alejar las sospechas, el acusado contactó con la esposa del antiguo conocido de Pilar -con el que reanudó la relación de amistad- y le comentó que ella se había quedado embarazada y que este la llevó a abortar y murió.

La esposa acudió en septiembre del 2012 a la policía para informar de la presión que ejercía Losilla sobre ella.

Practicada diligencia de entrada y registro el 29 de octubre de 2012 en el domicilio de Ricla, el acusado de forma espontánea y sin ser preguntado reconoció haber dado muerte a Pilar y haberla descuartizado y tirado el cuerpo en diversos contenedores.

Por su parte, la defensa niega en su escrito los hechos y pide la libre absolución.