El vandalismo en las zonas verdes sigue manteniendo registros preocupantes en la capital aragonesa, pero llama la atención el escaso control que desde el propio ayuntamiento se hace de los casos que se denuncian por parte de la contrata que, además del mantenimiento, asume esa labor de control. Esta función de inspección municipal se ha intensificado en los últimos meses pero, aún así, es muy destacable que durante los cinco primeros meses del 2012, de los 841 casos que detectó la empresa FCC, los inspectores solo hayan actuado en ocho.

Un 1% que dice mucho del escaso control que se ejerce sobre la propia contrata. Y que corrobora que de los 152.367,73 euros en facturas que se han certificado desde la empresa achacándose al vandalismo, la inspección solo ha denunciado daños por valor de 463,75, un 0,3% del total.

La contrata ha remitido al consistorio cinco certificaciones por los actos vandálicos sobre el material o los elementos que forman parte de las zonas verdes, en las que, claramente, destaca el mes de marzo como el que más daños registró en Zaragoza, con una factura de 46.386,04 euros que debía sufragar el consistorio. En enero fue de 16.852,46 euros; en febrero, de 23.635,86; en abril, de 30.659,54; y en mayo de 34.833,83.

COSTES DIFERENCIADOS En el registro presentado a Parques y Jardines, figuran otros datos de interés, como que solo tres de esas 841 actuaciones realizadas no supusieron coste alguno, solo cuatro superaron los mil euros de costes de reparación, o que la mayoría, 408, fue de las que se tradujeron en un coste de entre 30 y 100 euros.

También hubo otras 168 que supusieron un importe que oscilaba entre los 100 y 200 euros; y 147 por un precio inferior a los 30 euros. Mientras, el informe subraya que la reparación más económica fue de 12,96 euros y la más gravosa, de 1.798.

Estos son los datos facilitados por Parques y Jardines, en los que destaca, precisamente, la diferencia que existe con la labor de inspección del ayuntamiento, que desde Parques y Jardines se achaca al escaso personal disponible para esta función, pero que incluye otros aspectos a tener en cuenta. Como los propios registros que se realizan de estas incidencias, ya que, como ha denunciado varias veces Izquierda Unida, no existe una relación informatizada, ni siquiera con un número de referencia con el que consultar el expediente por el que algún responsable de la empresa se haga cargo de lo que se denuncia.

Mientras, al menos el ayuntamiento ha conseguido tener un mayor control de la labor que se realiza. Hace varios meses que la empresa compró móviles para todos los trabajadores y dispositivos de GPS para sus vehículos con los que tenerlos localizados en tiempo real. Un sistema que permitía conocer su actividad y que hasta ahora solo controlaba la propia contrata. Ahora se hará desde el edificio donde se ubica el centro de control de tráfico, en Casa Jiménez, desde donde los técnicos municipales accederán a esa información.

EL CASO DEL PARQUE DEL AGUA Aunque FCC mantiene una superficie importante de las zonas verdes de la ciudad, el Grupo Raga se ocupa de los dos de los espacios verdes más importantes de la capital aragonesa --el Parque del Agua y el de Plaza-- sin que se hayan registrado tantos casos de vandalismo. En el primer recinto, también es cierto que la videovigilancia se ha demostrado efectiva para disuadir a los vándalos.

A pesar de que las cámaras no están para ejercer un control sobre los visitantes, sino para detectar anomalías que se puedan producir, la realidad es que disuaden, hasta tal punto que los casos que se producen ni siquiera se contabilizan diferenciando vandalismo y desperfectos.