El despido de cinco trabajadoras de una empresa concesionaria de la ayuda a domicilio del Ayuntamiento de Zaragoza ha puesto de manifiesto el incremento de la precarización laboral en las empresas adjudicatarias debido, fundamentalmente, al retraso de los pagos por parte del consistorio. Esto obliga a las empresas a recortes que en muchas ocasiones afectan de forma directa a los trabajadores. La denuncia la lanzó ayer la Plataforma de Trabajadores de las Contratas del Ayuntamiento de Zaragoza, que ayer aludió a la "responsabilidad" del consistorio, que "debe responder del proceder de estas empresas" con sus trabajadores. También advirtió de que llevará a cabo acciones de protesta en este sentido.

Las demoras en los pagos municipales están poniendo contra la espada y la pared a algunas empresas y los recortes están provocando también la disminución de empleados y de las horas trabajadas en casos como el personal de limpieza de los pabellones deportivos. La empresa Clece, adjudicataria del servicio de ayuda a domicilio, asegura, según fuentes sindicales, que el consistorio le adeuda más de 6 meses y que el monto total asciende a más de 2 millones de euros. Desde consistorio reconocen que la falta de liquidez está provocando retrasos en los pagos que, efectivamente, pueden llegar a superar el medio año y, de hecho, recordaron, el ayuntamiento tiene 102 millones de euros en facturas pendientes que están tratando de desbloquearse.

Ese es el argumento que da Clece a los representantes sindicales para justificar el despido de las cinco trabajadoras, que serán sustituidas por contrataciones de tres meses. Esta situación, asegura el portavoz de la plataforma, Pablo Alconchel, se ceba con un colectivo especialmente vulnerable, ya que se trata de trabajadores --sobre todo mujeres en muchos casos con familias monoparentales-- que perciben un salario que oscila entre los 500 y los 750 euros mensuales.

No son las únicas consecuencias que la plataforma denuncia. Según Alconchel, durante el verano no fueron contratados 200 efectivos para la limpieza pública que todos los años sustituían las vacaciones. En cuanto a la limpieza de edificios, no se cubren las bajas y el cierre intermitente de los pabellones deportivos para ahorrar provoca también una reducción en las horas de trabajo de los empleados. Además, se han producido retrasos en el pago de los salarios en varias adjudicatarias, como las que gestionan los centros de tiempo libre.