Miles de mujeres se echaron a las calles de Zaragoza para protestar por lo que muchas consideran "una involución de sus derechos y libertades" y una "desigualdad más que evidente frente a los hombres". La marcha recorrió parte del centro de la capital, y bajo la lluvia, todos los ahí presentes coreaban gritos a favor del colectivo femenino. Entre los lemas más oídos, todos aquellos que hacían referencia al gobierno de Rajoy, al que muchas tacharon de "corrupto e ilegítimo". La manifestación terminó con la lectura de un manifiesto en los aledaños del edificio Paraninfo.

Ni siquiera la lluvia logró deslucir la marcha en favor de las mujeres. Miles de ellas se concentraban a las 19.30 horas para emprender una marcha "reivindicativa". Junto a ellas, maridos, hijos, y todos aquellos que defienden la igualdad de las mujeres frente a los hombres. El lema de la manifestación Resistimos y luchamos, no a los recortes, podía leerse en la gran pancarta que encabezaba la marcha. En primera fila, algunas personalidades femeninas del ámbito de la política. Pero también ellos.

Aunque estaba previsto que la marcha durara dos horas, la lluvia aceleró el paso de los manifestantes. El "bloque feminista", formado por unas cien mujeres en bicicleta, se unió al colectivo femenino para dar "más vistosidad y fuerza".

La mayoría de manifestantes creyó que su presencia en la tarde de ayer "serviría para algo", aunque muchas afirmaron que "les encantaría que el año que no viene no fuera necesario volver a hacerla". "Ninguna opresión sin respuesta" o "Ista, Ista, Ista, Zaragoza es feminista", fueron algunos de los cánticos que se oían. Los ánimos se encendían conforme pasaban los minutos y la mayoría se acordó del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al que muchas achacan "la pérdida de oportunidades y el aumento de desigualdades". Con un "que pena me da, que pena me da, que la madre de Rajoy no pudiera abortar", las zaragozanas tuvieron un "agradable" recuerdo para el presidente. También se acordaron del Fondo Monetario, y reconocieron estar "hasta los ovarios de sus políticas de recortes". Mientras, muchas confían en la igualdad.