Nadie recuerda 12 horas tan mortíferas en las carreteras catalanas. En ese periodo, los accidentes de tráfico se cobraron la vida de ocho personas. Los expertos no descartaban la influencia del mal tiempo en los dos siniestros más trágicos. Ambos causaron seis muertos en menos de una hora. A las 12.43 horas, en la C-17, a la altura de Els Hostalets de Baleny , un Opel se estampó contra el pilar de un puente, después de que su conductor, de 19 años, perdiera el control. Con él viajaban, y murieron, su novia, de 19 años, y una hermana, de 10.

No había pasado ni una hora cuando otras tres personas, una familia perdió la vida cuando viajaban en su Porsche por la AP-7, a la altura de Amposta. En el vehículo viajaba un matrimonio de 48 y 46 años, de Villarreal (Castellón), y una hija de 15. En San Carlos de la Rápita les esperaba otra hija para comer todos juntos. El vehículo llevaba los neumáticos traseros muy gastados. Al parecer, los tres llevaban puesto el cinturón, pero el conductor, que circulaba a gran velocidad, perdió el control en un tramo donde caía intensa lluvia.