Los empresarios aragoneses afincados en Cataluña están «tranquilos» ante la tensa situación que se respira en la comunidad vecina y tienen la seguridad de que «no va a pasar absolutamente nada». El presidente de la asociación de Empresarios Aragoneses en Cataluña, Jesús Gascón, aseguró a EL PERIÓDICO que numerosos catalanes «no quieren la independencia, me atrevería a decir que el 70% de la población». También añadió que es «necesario una modificación económica que equilibre los servicios en unas comunidades y en otras». Pero sobre todo tienen claro su futuro: «Pase lo que pase no nos vamos a mover de aquí y, en el supuesto caso de que algún día llegue la independencia, pues seremos extranjeros», añadió Miguel Gargallo, presidente del conocido grupo de hoteles del mismo nombre.

Tras los registros en las imprentas que podrían estar editando las papeletas y el llamamiento a los alcaldes que están dispuestos a ceder los locales municipales para realizar la encuestación se ha podido percibir tensión tanto entre los políticos como entre los ciudadanos y empresas. Una suposición que desmintió Gascón. «Hay una tranquilidad absoluta, todo sigue su curso con normalidad», dijo. Sin embargo, el hecho de que numerosas casas y empresarios aragoneses situados en Cataluña no se hayan pronunciado al respecto tras ser preguntados por la situación indica, por tanto, que no hay tanta tranquilidad como se afirma.

Gascón entiende que las empresas multinacionales, cuyos responsables no residen en Cataluña, estén «preocupados» por la situación y amenacen con «irse o directamente no instalarse allí», dijo. «Desde fuera se percibe mucha inestabilidad porque es lo que demuestran los políticos tanto a nivel autonómico como nacional», aseveró.

«COMO EL SARAMPIÓN»

Asimismo, tanto Gascón como Gargallo, señalaron que no está en sus planes trasladar las instalaciones de sus empresas a otras comunidades. «Esto no va a ir a ningún lado porque solo se trata de un enzarzado político en el que cada uno está en un punto y no quieren ceder», indicó Gascón. También añadió que amenazan con la independencia porque, en realidad, quieren «más competencias económicas con las que distribuir el capital. Es algo muy necesario».

Además de ser presidente de los empresarios aragoneses en Cataluña, Gascón es gerente de Precocinados Barcelona, que comparte la gestión con Miguel Martínez.Además, forma parte de la comisión permanente de comunidades aragonesas en el exterior.

Por su parte, Miguel Gargallo posee el holding empresarial Gargallo con 19 hoteles, de los cuales 10 están en la provincia barcelonesa, 6 en la turolense y 2 en la oscense. Además, en julio creó un centro de Interpretación de la Guerra Civil y Costumbres Antiguas Aragonesas en su pueblo natal, Gargallo, situado en Teruel.

«Esta situación es pasajera, como el sarampión. Lo que está claro es que es inviable, esto no puede salir bien pero tampoco nos preocupa porque todo seguiría como hasta ahora», expresó el dueño de la cadena hotelera.

Sin embargo, los empresarios aragoneses «y de cualquier parte de España», según Gascón, están «tranquilos, pero hartos de la situación». «Aquí cada subvención hay que ganársela y en otros lugares de España, con menos recursos, dan más facilidades que aquí en Cataluña». Por este motivo estarían a favor de llevar a cabo un referendo «como un toque de atención para que nos tengan en cuenta», alegó Gascón.

REIVINDICACIÓN

Ambos empresarios aragoneses coinciden en su perspectiva respecto a la independencia que plantea Cataluña. «Se trata de una reivindicación económica, mientras que el resto de ámbitos en la sociedad quieren que funcione de la misma forma que hasta ahora, dicen. «Si el Gobierno de España no se hubiera opuesto tanto desde un primer momento a llevar a cabo un referendo, creo que no hubiéramos llegado hasta esta situación y habría resuelto esta petición de otra manera más factible», indicó Gascón.

«Estoy trabajando como siempre y, de momento, no está afectado a mi actividad pero todavía tenemos que esperar a ver cómo transcurren los acontecimientos y cómo termina esta situación», apostilló Gargallo al respecto.

A dos semanas para comprobar si el referendo se llega a efectuar, solo queda esperar y ver las reacciones tanto de los políticos y empresarios como de los ciudadanos. Todavía no hay nada escrito y queda en el aire hasta el próximo 1 de octubre.