"Cuando me llamaron para decirme que si no pagaba ya la fianza había otra persona interesada en el mismo adosado pensé que merecía la pena correr al banco para cerrar la operación. Ahora sé que me engañaron". Este es el testimonio de una de las 500 personas que desde el año pasado pagan religiosamente las letras de uno de los adosados que la empresa Fadesa tiene previsto construir en la urbanización de Los Cados de La Joyosa, pero que se encuentra paralizada.

Los poco más de 220.000 euros (unos 37 millones de las antiguas pesetas) que costaban hace un año estos adosados de 120 metros cuadrados con garaje, trastero, terrazas y un jardín de más de 100 metros cuadrados, "es un buen precio", según señalaron ayer fuentes de Fadesa, pero el cliente ya sabe que la urbanización no está todavía "gestada". De hecho, el incremento del precio durante los últimos meses hasta alcanzar los casi 250.000 euros, a pesar de que la tramitación continuaba congelada, no ha impedido que se cerraran casi un millar de operaciones.

"Más seriedad es imposible", recalcan desde la empresa sobre el desarrollo de la comercialización de estas viviendas. Una versión que contrasta completamente con la de algunos de los compradores, que culpan a la compañía y al Ayuntamiento de La Joyosa de haberles "bailado" con continuas promesas sobre la inmediatez del inicio de las obras y echándose la culpa mutuamente por la demora.

La paciencia de varios de ellos --como en el caso de las tres parejas consultadas ayer por este diario-- se acabó el pasado domingo, cuando el primer edil, Ángel García, irrumpió como un elefante en una cacharrería cuando algunos participantes aconsejaban al resto acudir a la prensa. Tras escuchar la palabra tabú, el alcalde intentó persuadir de sus pretensiones a sus futuribles vecinos --ya que la mayor parte de ellos son de Zaragoza o su entorno--, según testigos.

Sus argumentos convencieron a algunos, que aplaudieron su discurso, pero no a otros, que han perdido la esperanza de estrenar un chalet en el que yan han invertido unos 24.000 euros, a parte del alquiler que seguirán pagando por un tiempo indefinido.