Continúan llegando escritos de acusación para el juicio con jurado en el que se determinará la responsabilidad de María del Carmen A. S. en las ocho muertes que ocurrieron en la residencia Santa Fe de Zaragoza después de que, presuntamente, prendiese un colchón con un mechero e iniciara un incendio. Ayer llegó al Juzgado de Instrucción número 7 la acusación de las 9 familias a las que representa el abogado Ricardo Agoiz, que en conjunto solicitan 138 años de cárcel para la supuesta pirómana y una indemnización conjunta que ronda los 175.000 euros.

Como adelantó este diario, una de las primeras familias en presentar su escrito elevaba la petición a 396, al acusar por todas las víctimas y con una petición homogénea de 22 años, fuesen homicidios consumados o no.

En este caso, más habitual, Agoiz se centra en sus clientes y reclama 22 años por cada homicidio de los cuatro residentes que perecieron en la residencia (homicidio agravado por la especial vulnerabilidad de los ancianos) y 10 como tentativa en los otros cinco casos, que no fallecieron como consecuencia directa del fuego aunque varios de ellos ya lo han hecho en el año que ha transcurrido desde la tragedia.

INDEMNIZACIÓN

El escrito recoge también las peticiones de indemnización individualizadas, con los baremos de los accidentes de tráfico (lo más parecido a un sistema objetivo que se usa en los tribunales), y que en conjunto rondan los citados 175.000 euros.

De su pago, en caso de condena, sería responsable la mujer, encarcelada desde agosto del año pasado al declarar los forenses que era consciente, y por tanto responsable, de sus actos. Pero además deberían responder de la indemnización, entienden las familias, la propietaria del geriátrico; la sociedad que gestionaba el negocio; su aseguradora; el Gobierno de Aragón y el seguro del Ejecutivo.

Los hechos, más o menos resumidos, coinciden en los tres escritos que han trascendido. La mujer, estando sola con la cuidadora y otra residente, subió a la planta de arriba y prendió fuego a un colchón. Luego bajó, les dijo que había un incendio y salió a ver cómo ardía. La empleada, tras intentar apagar con sus propios medios el fuego, acabó dando aviso a Emergencias y evacuó a los que pudo.