La comparecencia del consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, en las Cortes de Aragón se torna cada vez más imprescindible ante la continua saturación que sufren los servicios de Urgencias, especialmente, en el hospital Miguel Servet y en el Royo Villanova, en Zaragoza.

La presión asistencial de las últimas semanas ha llevado a que partidos políticos, colectivos sanitario y personal de los centros exijan "responsabilidades" y medidas "de urgencia" al Ejecutivo aragonés para poner fin a una situación que llega "a unos límites intolerables" y que "ya no es coyuntural, sino crónica", según precisó ayer la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Aragón.

Este colectivo aseguró que "la excesiva carga de trabajo y el estrés" repercuten en la salud de los trabajadores y "ponen en riesgo" la atención de los pacientes, "a pesar de que los servicios están trabajando por encima de sus posibilidades", señaló la entidad en un comunicado.

La asociación también advirtió de que, más allá de las Urgencias, en las plantas de hospitalización, en los servicios de Atención Primaria y en los centros de especialidades "también" hay problemas. "La mala gestión y los recortes de los últimos años --con 2.500 trabajadores y 400 millones menos en Aragón, según el colectivo-- están colapsando el sistema sanitario", indicaron. "Se requiere una solución inmediata y urgente, así como los medios precisos y la contratación del personal necesario para solventar esta situación insostenible y que está transformando el sistema sanitario aragonés en una entidad bajo mínimos, que no ofrece las garantías necesarias para asegurar la salud de los pacientes ni de los trabajadores", puntualizaron.

Desde el PP, se exigió ayer al presidente de Aragón, Javier Lambán, "que tome medidas" para atajar "el colapso" del sistema sanitario y se acusó a Celaya de que su "única" medida contra la saturación "ha sido cursar una visita de extranjis por los boxes del Servet", según dijo la portavoz popular de Sanidad, Carmen Susín. "El problema es de gestión, porque en el Salud no hay dirección y el gerente --cuya comparecencia en las Cortes también se ha solicitado-- no ejerce como tal. El Salud se pretende dirigir desde el departamento y el consejero hace labores de representación y ni dirige, ni coordina, ni manda", comentó Susín.

El PP también denunció que "no se cubren las bajas, ni las vacaciones, ni se coordina la presencia de los refuerzos".

LA SITUACIÓN Por su parte, Izquierda Unida solicitó ayer al consejero que explique "de forma detallada" la situación de las Urgencias y precisó que "la causa va más allá" del incremento de la presión asistencial y de la falta de camas para ingresos. "Plantas cerradas, falta de personal y decisiones que aún no se han tomado, como la necesaria apertura del servicio del centro de Sagasta, están provocando que los pacientes, sus familiares y los propios profesionales sufran las consecuencias de la falta de medidas", denunció la portavoz de IU en las Cortes de Aragón, Patricia Luquin.

En lo que respecta a la situación de los servicios de Urgencias en el día de ayer, tanto el hospital Royo Villanova como el Miguel Servet mantuvieron la alta presión asistencial registrada el lunes.

Según fuentes del personal sanitario del Royo, al mediodía había 17 pacientes en la sala de observación --"completamente llena", dijeron--, 11 en reboxes y 16 personas ingresadas en el ala B de la cuarta planta, un espacio que se vio obligado a abrir la gerencia del centro en la mañana del lunes ante la saturación del servicio.

En el Servet, las tres salas de observación se mantenían abiertas ayer, con 14 pacientes en el pasillo en torno a la 14.30 horas de ayer y más de 50 personas pendientes de ser ingresados en planta ante la ausencia de camas.