Círculos ecologistas y antisistema están criticando desde hace unos días al profesor de la Universidad de Zaragoza Pedro Arrojo y a la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) por haber recibido hace unos años ayudas económicas de la Fundación Avina, una entidad acusada de estar controlada por grandes empresas contaminadoras y por ultracapitalistas. El premio Goldman reconoció haber recibido 100.000 euros de ayuda de la Fundación Avina en los años 2004 y 2005, pero resaltó que sus ideas no se vieron condicionadas en ningún momento por miembros de esta agrupación.

Según publicó ayer El Observador, Arrojo ha hecho pública una Carta Abierta a los movimientos que luchan contra la privatización del agua en América Latina mediante la cual pide que se le desvincule tanto a él como a la Nueva Cultura del Agua de la Fundación Avina.

"No ha habido presiones de ningún tipo por parte de Avina, mis discursos han sido siempre y siguen siendo un manifiesto contra la privatización del agua", insistió el profesor Arrojo, con quien no pudo contactar ayer este diario y quien evitó pronunciarse sobre las revelaciones que vinculan a la Fundación Avina con algunas actividades y empresas fuertemente contaminantes como las productoras de amianto, PVC y el sector maderero.

Hace unas semanas se hizo público un informe coordinado por el naturalista Francisco Puche que sostiene que Avina es una entidad creada por el multimillonario Stephan Schmidheiny para ser la cara amable de sus empresas. Este informe ha situado a la Fundación Nueva Cultura del Agua y al que fuera su presidente en el centro de muchas críticas por haber recibido subvenciones de la Fundación Avina.

En su Carta Abierta, el doctor en Físicas ha difundido en la red el texto que coordinó y que lleva por título Principios éticos para una movilización mundial frente a la Crisis del Agua, en el que participaron catorce personas de alto prestigio a nivel mundial. "En este documento se explicitan las ideas que vengo defendiendo, tanto en la lucha por la gestión pública participativa bajo control social de los servicios de agua y saneamiento, como en lo que se refiere a la lucha contra los proyectos de grandes presas y trasvases que quiebran su vida y la sostenibilidad de los ecosistemas acuáticos", asegura Arrojo.