El perito Alejandro Latorre reiteró ayer ante el juez José Ignacio Martínez que el terreno del antiguo Kartódromo Aragón, que Plaza adquirió en el 2004, estaba más cerca de valer 2,3 millones --como sostuvo en su informe-- que los más de 6 que la plataforma pagó por él.

Ante las preguntas de las defensas de los imputados en el caso karts, el experto admitió que pudo haber una "ligera desviación" por factores que no tuvo en cuenta, pero en ningún caso supondrían triplicar el valor.

El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza indaga si Plaza pagó de más por el terreno, por una posible connivencia entre los imputados Ricardo García Becerril (exgerente) y Carlos Escó (exconsejero delegado). Y, por otra parte, si ambos se repartieron una mordida de más de 600.000 euros de este sobreprecio, pagada por el dueño del terreno, Santiago Becerril, también imputado tras confesar.

A este respecto, según publicó Heraldo, la Policía ha determinado que Escó realizó pagos en efectivo por diversos bienes --un coche y obras en su casa, fundamentalmente-- que coincidirían grosso modo con los 300.000 euros de su parte. Incluso otras obras por valor de un millón. Su abogado, Juan Monclús, dejó ayer para "más adelante" la justificación de estos movimientos.

Ayer tocaba hablar de terrenos, y el perito defendió su tesis. Pero para las defensas, no tuvo en cuenta que el precio incluía la compra de un "negocio vivo", como era el kartódromo, entre otros aspectos. Según resumió Monclús, Plaza compró por 180 euros el metro cuadrado y vendió por 300, y no hubo perjuicio.

Algo en lo que coincidió el letrado asesor de Plaza Manuel García Figueras, que explicó que el consejo visó la compra. Y en él, recordó, había expertos en la materia, como un consejero de Economía y los representantes de las cajas de ahorros.