El día del trabajador

Cómo navegar un mar en calma rodeado de incendios

Aunque la ausencia de conflictos laborales graves y los avances conseguidos en los últimos años parecen marcar un panorama tranquilo, varias amenazas como la crispación política en España hacen que sindicatos y trabajadores miren por el rabillo del ojo una realidad volátil y no exenta de peligros.

Los asistentes a la marcha por el Primero de Mayo portan varias banderas de Palestina, este miércoles, en Zaragoza.

Los asistentes a la marcha por el Primero de Mayo portan varias banderas de Palestina, este miércoles, en Zaragoza. / Jaime Galindo

Por el pleno empleo: menos jornada, mejores salarios. Ese fue el lema elegido ayer por Comisiones Obreras y UGT para celebrar el Primero de Mayo. Unas reivindicaciones muy directas que sirven bien para constatar las preocupaciones de los sindicatos, ahora que se han logrado avances y la conflictividad laboral está lejos de la vivida décadas atrás. Y, aunque todavía hay problemas y no hay que bajar la guardia, claro está, las urgencias parece que no lo son tanto como lo fueron hace tan solo diez años. Sin embargo, este figurado mar en calma se halla rodeado de incendios. Unos fuegos que todavía no queman, pero que se ven cerca.

Tan cerca que también han tenido su eco en la jornada de este miércoles de diversas formas. Las más directas, las que han expresado por su propia boca los representantes sindicales, por ejemplo, cuando aludieron a la crispación política en España. "Así no vamos a ningún sitio", ha avisado el líder de UGT Aragón, José Juan Arceiz. También ha dicho que mandaría "al rincón de pensar" a los tres poderes del Estado, el ejecutivo, el legislativo y el judicial.

Su homólogo en CCOO Aragón, Manuel Pina, ha advertido: "No vamos a permitir que nos la quiten", refiriéndose a la Constitución, momentos antes de la salida de la marcha, cuando la inevitable batucada empezó a atronar con sus tambores. Esa manifestación, por cierto, ha congregado a unas 5.000 personas en el recorrido que completó entre la plaza San Miguel y el Paraninfo. En ella, el ambiente festivo, reivindicativo e incluso familiar ha estado muy presente. También, un hecho cada vez más evidente, la falta de un relevo generacional claro entre los asistentes que garantice el futuro de la lucha sindical, en un contexto político tremendamente volátil, tanto dentro como fuera de las fronteras del país. Es decir, ese mar en calma flanqueado por las llamas.

Entre las personas que han acudido a la llamada de los dos sindicatos mayoritarios se encontraban Teresa y Pilar, dos jubiladas pertenecientes a UGT. "Siempre queda mucho por conseguir, nosotras somos fieles todos los años", ha afirmado Teresa. Uno de esos asuntos pendientes es el de la igualdad entre hombres y mujeres, una cuestión en la que ha observado cómo "se han hecho avances", pero que todavía no se ha logrado. "Yo creo que se conseguirá", ha aventurado.

Y, aunque el protagonismo de la escena de este miércoles en el paseo de la Independencia se lo llevaba la marcha, a veces, las acciones más interesantes se encuentran en los márgenes. En los de la céntrica vía estaba, detenido sobre su bicicleta, Robinson Ortiz, un rider de una empresa de repartos a domicilio que observaba el paso de la manifestación. A él, como a muchos otros de un colectivo profesional especialmente expuesto, le ha tocado trabajar este Primero de Mayo. "Vemos que se está celebrando un día importante", ha destacado sobre lo que acontecía en la calle, donde se luchaba por unas reivindicaciones sindicales que ha definido como algo "justo".

De vuelta a la manifestación, las miembros del Colectivo Abolicionista Zaragoza portaban una pancarta cuyo lema rezaba ¡Cuidado! Puedes tener un putero al lado. "Se oyen voces que quieren considerar a la prostitución como un trabajo y, en el día del trabajo, lo que decimos es que no es un trabajo, es mercantilizar y violentar el cuerpo de las mujeres", ha recalcado Miate, una de ellas. Momentos antes, en la plaza Salamero, Óscar y sus compañeros apoyaban la convocatoria de OSTA para esta jornada. Ha acudido como representante de la plantilla de la empresa Konsberg. "Como trabajador y represente de los trabajadores, qué mejor día que hoy", ha destacado.

De nuevo en Independencia, Jesusín Fraj hacía cálculos para acudir a las tres convocatorias del día. "Si estamos todos defendiendo lo mismo y cada uno va por su lado, no iremos a ningún sitio", se ha lamentado ante la fragmentación del movimiento. El colofón de la marcha, en el Paraninfo, ha llegado con los discursos de Pina y Arceiz, por primera vez, con intérprete de lenguaje de signos. Allí no ha faltado mención a otros de esos fuegos periféricos, los de Gaza y Ucrania. Y a otro más cercano, uno que "parece mentira", en pleno 2024. Esto es, "la defensa de la democracia", ha advertido Pina.

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