Roberto Bermúdez de Castro destituirá a su jefa de gabinete, Ruth Bravo, en los próximos días. La decisión está ya tomada, aunque todavía no es oficial. El motivo son las desavenencias que han surgido entre ambos en los últimos meses. Bravo, con una dilatada trayectoria dentro del PP de Zaragoza, se incorporó al equipo de Bermúdez de Castro cuando accedió a la consejería de Presidencia. La que en un principio era una relación de máxima confianza, poco a poco se ha ido enfriando hasta tal punto que la jefa de gabinete ni siquiera ocupa ya el despacho que tenía en el departamento. Una circunstancia que le hizo barajar incluso la posibilidad de presentar una denuncia por acoso laboral, según diversas fuentes. Algo que de momento no ha hecho.

Fuentes del Ejecutivo apuntaron ayer que el motivo principal de la crisis entre ambos se debe más bien a cuestiones orgánicas. Al parecer, Bravo habría puesto en duda la capacidad de Bermúdez de Castro para ostentar cargos dentro del PP. Algo que posteriormente llegó a oídos del consejero de Presidencia. Esta "deslealtad" sentó tan mal en el seno del departamento, que se tomó la decisión de cesarla. No sin antes buscarle un hueco en alguna entidad vinculada con el Gobierno de Aragón. Finalmente, con total seguridad, Bravo se integrará en la Corporación Aragonesa de Radio Televisión en algún cargo de responsabilidad. No está todavía claro cuál. Pero el desenlace podría producirse esta misma semana.

Bravo, antes de su fichaje trabajaba como funcionaria en el Ayuntamiento de Zaragoza, en Servicios Sociales. Una vez incorporada al Gobierno de Aragón, además de ser la jefa de gabinete de Roberto Bermúdez de Castro, logró hacerse con un cargo en el Consejo Económico y Social y en el consejo de administración de algunas empresas públicas. Unos puestos que ahora deberá dejar. El consejero busca un sustituto.