La Guardia Civil reforzó ayer su equipo de búsqueda del joven Ismael García, de 24 años, que el sábado por la tarde cayó al río Ésera con su automóvil a su paso por la localidad de Graus. En total, cuatro buzos del Grupo de Actividades Subacuáticas (Geas) participaron en el dispositivo, que se prolongará el día de hoy, con más medios, ante la falta de resultados. Además, un helicóptero rastrea la zona desde del aire y numerosos agentes y voluntarios rastrean las orillas.

Los hombres rana realizaron «numerosas inmersiones a lo largo del río», según señalaron ayer fuentes de la Benemérita, que indicaron que se está explorando un largo tramo del río, desde la zona deportiva de Graus, al norte de la localidad, hasta la cola del embalse de Barasona.

Las labores de búsqueda se vieron dificultadas tanto por la gran cantidad de caudal que llevo el río debido al deshielo como a causa de la turbidez del agua, y ello pese a que en la presa de Campo se cerraron las compuertas para que descendiera el nivel del río.

Además, los rescatadores tienen que tener en cuenta que, además de la corriente superficial, se ha comprobado que existen otras profundas, un factor que añade más incertidumbre sobre la ubicación del conductor, que salió despedido de su vehículo al tiempo que se salía bruscamente del camino por el que circulaba.

MUY COMPROMETIDO / La larga búsqueda, mientras tanto, ha llenado de angustia al pueblo de Graus, dado que el joven desaparecido pertenece a una familia muy conocida. «Tiene otro hermano y últimamente trabajaba en Huesca, en una empresa», señaló un miembro del consistorio que precisó que Ismael «venía todos los fines de semana a su pueblo».

«Se implicaba mucho en las actividades locales y lo mismo salía de cabezudo en las fiestas que tocaba en la banda de música local», informó la misma persona. «Su desaparición ha sido un mazazo para Graus», añadió.

En las tareas de rastreo intervienen bomberos de la zona y también personas con conocimientos de navegación que utilizan diversos medios, como piraguas, canoas y otras embarcaciones, para acercarse a los parajes del río que, por sus características, no resultan practicables para la lancha Zodiac del equipo de búsqueda organizado por la Guardia Civil.