La Comisión Institucional de las Cortes de Aragón dio ayer el visto bueno al dictamen del proyecto de ley de bares, que nació sin consenso en las dos cuestiones clave del texto: la regulación de los horarios de apertura y cierre de los establecimientos, y la concesión de licencias. Ambos temas polémicos salieron adelante con el voto en solitario de los grupos que apoyan al Gobierno, PSOE y PAR.

La ley, que será aprobada definitivamente en el pleno de las Cortes del jueves, es la primera que verá la luz en la comunidad autónoma desde que hace 23 años recibiera las competencias en esta materia. Entre los asuntos más polémicos figura la regulación de los horarios de los locales de espectáculos y de copas, ya que fija la apertura de los establecimientos ordinarios y de hostelería de 6 de la mañana a 1.30 de la madrugada, la de los "especiales" (pubs y similares) hasta las 3.30 horas y los de discotecas, salas de bailes y de conciertos hasta las 5.30. Una hora más los fines de semana y festivos en todos los casos.

LEGISLACIpN OBSOLETA El portavoz de CHA, Chesús Bernal, recordó que fue su partido el que planteó la necesidad de que "23 años después de tener las competencias ya era hora" de que se contara con un texto regulador, aunque estimó que lo que se hace con esta ley es "legislar pero sin entrar en las cuestiones de fondo". A juicio de CHA, el Ejecutivo adopta una actitud "escapista", porque no establece el límite entre el derecho al ocio y al descanso, incluye una amplitud de horarios "tan larga" que "parece que la comunidad autónoma renuncia a regular", ya que cada ayuntamiento fijará sus respectivos horarios.

CHA también expresó sus discrepancias con la regulación de las licencias de apertura de los bares, ya que obliga a los municipios a autorizar o denegar la apertura de los establecimientos en el plazo de un mes cuando "no hay recursos humanos ni técnicos suficientes" para llevarlo a cabo.

Manuel Guedea, del PP, precisó que su partido está "parcialmente de acuerdo" en la nueva regulación de licencias aunque consideró excesiva la prolongación de los horarios de cierre. Por su parte, el diputado de IU, Adolfo Barrena, recalcó que con este proyecto se pierde una "oportunidad única" para dotar a la comunidad de una norma para buscar el equilibrio entre las zonas de ocio y los vecinos que habitan en esos espacios. En opinión de Barrena, el Ejecutivo "está buscando excusas para respaldar el incumplimiento de horarios".

El portavoz del PAR, Javier Allué, consideró sin embargo que se trata de una ley en la que se ha trabajado "mucho y bien" y estimó que el texto está prácticamente consensuado, porque los votos en contra han sido "muy poquitos". En materia de legislación de los establecimientos públicos, aseguró que "busca el equilibrio entre todas las partes interesadas: los vecinos y los establecimientos". Advirtió de que en la regulación de las licencias se recogen los planteamientos de CHA y del resto de formaciones y subrayó que en materia de horarios "se está jugando muy demagógicamente por parte de alguna formación".