La transformación de Zaragoza

Las obras que ‘coserán’ la cicatriz del Portillo superarán los 20 millones

El futuro parque incluirá pistas deportivas y un quiosco

La reforma de las calles adyacentes revolucionará el tráfico del centro de la ciudad

Terrenos del entorno en la antigua estación de El Portilo.

Terrenos del entorno en la antigua estación de El Portilo. / JOSEMA MOLINA

Iván Trigo

Iván Trigo

La reurbanización de la pastilla del Portillo, una de las cicatrices urbanas más anchas de Zaragoza, va a transformar no solo su entorno más próximo sino toda la ciudad. Primero porque se va a crear una zona verde de grandes dimensiones que pretende convertirse en «el parque central» de la capital aragonesa. Y segundo porque la reordenación del tráfico en las calles adyacentes va a condicionar la movilidad y el tránsito de vehículos que entran y salen de la urbe. El anteproyecto de las obras estima que el coste de los trabajos ascenderá hasta los 20,9 millones de euros.

Esta cantidad la asumirá Zaragoza Alta Velocidad, una empresa pública en la que participan Adif (50%), el ayuntamiento (25%) y la DGA (25%), y servirá para acometer la primera fase de las obras, puesto que la segunda llegará más adelante y consistirá en la demolición del edificio de Correos en la avenida Anselmo Clavé y de la antigua estación del Portillo cuando se trasladen a Delicias las dependencias de Adif que siguen en el Portillo.

No obstante, esta primera fase es la que va a transformar radicalmente la imagen de esta zona de Zaragoza. Según consta en el anteproyecto, que debe servir como referencia para la empresa que se encargue de redactar el proyecto definitivo, la parte central de la pastilla del Portillo es la que acogerá la mayor parte de superficie arbolada. Los ejemplares que se utilizarán serán de gran y mediano porte para garantizar la sombra en verano. Los árboles se dispondrán además en las zonas próximas a los andadores, mientras que las áreas más alejadas de los paseos se convertirán en praderas verdes. Será el parque más cercano al corazón de la ciudad y que permitirá además la conexión peatonal entre los barrios del Centro y Delicias.

El anteproyecto propone además disponer parterres con montículos para dividir los espacios y, en el centro, se construirá un quiosco en un futuro –dependerá de una licitación específica– con una terraza. Cerca habrá una fuente de chorros en la que se podrá jugar en verano y servirá para refrescar el ambiente cuando las temperaturas suban. También en esta zona se propone construir un campo de fútbol sala similar al que existe en el parque Bruil.

Eso conformará el corazón del parque, en el centro del solar. En el lateral oeste, que da a la calle Escoriaza y Fabro, es donde se sitúa la losa de hormigón que oculta el túnel subterráneo por el que pasa el Cercanías. En toda esta franja, que tiene 600 metros de longitud (lo mismo que el paseo Independencia), se dispondrán pérgolas para generar sombra ante la imposibilidad de plantar árboles directamente sobre el terreno.

En todo este lateral se instalarán también áreas de juegos infantiles, zonas de gimnasia al aire libre, pistas de petanca, mesas de pingpong, un campo de baloncesto y un skate park.

Así será el nuevo triángulo del Portillo

Así será el nuevo triángulo del Portillo / El Periódico de Aragón

Asimismo, el anteproyecto plantea una solución para asegurar la integración de la antigua estación del Portillo y del edificio de Correos hasta que sean demolidos. En el límite entre el parque y estas parcelas se colocarán unas vallas metálicas con plantas trepadoras que garantizarán la armonía visual en el entorno.

El objetivo es que las obras, que comprenderán también la reforma de todas las calles que rodean la pastilla, estén terminadas a finales de 2026. Para cerrar esta cicatriz faltará que se urbanicen los solares que dejen libres la antigua estación del Portillo y el edificio de Correos cuando se derriben y que se construya en las tres parcelas acotadas dentro de esta pastilla en el límite con Escrivá de Balaguer. Uno de esos tres solares estará destinado a viviendas (caben más de 200), mientras que los otros dos se reservan a diversos equipamientos, como el WiZink Center que anunció Jorge Azcón siendo alcalde. 

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