Un grupo de feministas empapeló ayer con consignas la polémica escultura Víctima en homenaje a las víctimas de violencia machista en Zaragoza, que tanto rechazo ha provocado en este colectivo. En las papeletas se podían leer mensajes como que «una mujer humillada y arrodillada nunca nos representará». Según el escultor, Fernando Clavo, la obra responde a la petición expresa del Ayuntamiento de Zaragoza en sus bases, que era reflejar el dolor de la mujer que sufre violencia de género.

A las 16.00 horas, cerca de 30 mujeres se dirigieron desde la plaza del Pilar, al memorial a las víctimas de violencia machista, ubicado en la plaza de San Juan de los Panetes, a ritmo de tambores, donde realizaron una representación con motivo del Día Internacional de la Mujer. Cada una de ellas llevaba un cartel reivindicativo y crítico con lemas de Nos queremos vivas, Mi cuerpo es solo mío, Lucho porque no tengo miedo o Control de nuestra sexualidad que luego colocaron sobre la escultura, al grito de «ni sumisas, ni pasivas, feministas combativas». Frente a la escultura se leyó un manifiesto en el que preguntaban qué pasaría si las mujeres pararan un día de trabajar. «Paramos para que nos escuchéis, para visibilizar que sin nosotras se para el mundo», clamaban como protesta ante las diferencias laborales.