El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se dio ayer un baño de masas en un abarrotado cine Cervantes de Zaragoza. Junto a la cúpula nacional y autonómica de la formación, durante 35 minutos arremetió duramente contra «el bipartidismo incapaz de acabar con el populismo» y deslegitimó el trabajo realizado por el PP y el PSOE desde las instituciones en los últimos 35 años. Más bien al contrario, a su juicio han sido 35 años «cargados de corrupción, chiringuitos y buena vida».

El abarrotado auditorio se deshacía en aplausos cada vez que Rivera, habilidoso en el manejo de los tiempos y la oratoria, empleaba palabras como «trincar», «corruptos», o «limpieza». Rivera consideró que su formación es la única que puede garantizar «el cambio» que necesita España y modernizarlo. Consideró que «cada vez más españoles» lo saben y lo único que hace falta ahora, indicó, es «tiempo» para que cada vez más españoles se sumen a este proyecto, al partido de «la clase media y trabajadora que levanta cada mañana la persiana, que paga sus impuestos y nunca tiene una subvención ni un regalo». Fue ese su juego retórico: contraponer continuamente la honestidad y el esfuerzo de los hombres y mujeres que castigados por el sistema y enfadados por la corrupción optan por Ciudadanos «partido en el que no hay ni un solo corrupto» frente al bipartidismo del PP y el PSOE que a su juicio tiene un negro historial de corrupción, «enchufes», «largas listas de asesores y coches oficiales» y falta de esfuerzo. O como ratificó el secretario general de la formación, José Manuel Villegas, «partidos que han metido la zarpa en el poder judicial, los medios y el financiero».

Para justificar que Ciudadanos ha pactado en diversos puntos de España con unos y otros, y en el Congreso apoya al Gobierno de Rajoy, Rivera señaló que «le da igual con quién pactar si es para eliminar los aforamientos» y porque Ciudadanos «quiso poner en marcha España sin hipotecarla».

Respecto a la situación política en Murcia, donde Ciudadanos apoya el Gobierno del PP y su presidente autonómico, Pedro Antonio Sánchez ha sido imputado por un delito de corrupción, Rivera señaló que “el PP ha roto el acuerdo y si no nombran a un candidato limpio de corrupción, tendremos que buscar alternativas.Cuando topamos con la corrupción y los privilegios, --prosiguió-- se ve al verdadero PP».

Y continuó criticando al partido que apoya en el Congreso, del que llegó a decir que con ellos «no se puede ir ni a la vuelta de la esquina». Por eso, insistió, la única posibilidad de cambio es «hacer fuerte» a Ciudadanos, para que en el 2019 sea el partido que gobierne España y la mayor parte de las instituciones españolas, aseguró el presidente de Ciudadanos.