El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, apeló ayer a la "resistencia constitucional" desde los municipios para defender el "Estado social" ante los partidos tradicionales --PP y PSOE-- que se "llenan la boca de legalidad" pero modifican la Carta Magna cuando "lo pide la Troika".

Así lo aseguró ayer Santisteve en Barcelona donde participó junto a otros alcaldes surgidos de las candidaturas de confluencia de las izquierdas, plataformas de unidad popular, en un acto bajo el lema Ciudades por el bien común. Ganar compartiendo experiencias de cambio donde se analizaban los avances dados a los cien días de mandato tras las elecciones del pasado 24 de mayo.

CON COLAU Y CARMENA

Al acto, celebrado en la Estación del Norte de Barcelona y que reunió a numerosos simpatizantes, asistieron también la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, además de Dolors Sabater (Badalona), Manuela Carmena (Madrid), Xulio Ferreiro (La Coruña), Martiño Noriega (Santiago de Compostela), Joseba Asiron ( Pamplona) y José María González Kichi (Cádiz).

El alcalde zaragozano reprochó a los partidos que se han "cargado a golpe de decreto" la "legalidad constitucional" con decisiones que violan los valores constitucionales de "justicia social, igualdad y pluralismo".

"Estos a los que se les llena la boca de la legalidad, reforman los artículos para ponerse a los pies de la Troika", denunció, en alusión a la reforma constitucional por el techo de déficit apoyada por PP y PSOE.

En este contexto, el alcalde de Zaragoza apeló a la "resistencia constitucional en este país de países" desde el ámbito municipal, el único, manifestó, "capaz de defender que el Estado social siga existiendo", porque "no se puede dejar a la gente abandonada a expensas de la maquinaria económica".

Pedro Santisteve afeó a los portavoces del PP y el PSOE que ahora pretenden que gobiernos como el de Zaragoza, ahora en manos de la plataforma de unidad popular Zaragoza en Común, solucionen, en tres meses siendo alcaldes de la confluencia de izquierdas, su "dejadez" política en los ayuntamientos que gobernaron durante años y lamentó que les traten como "enemigos a eliminar", lo que es "inaceptable".