Los sindicatos representados en la mesa sectorial reunida hoy en Zaragoza han valorado la apertura del debate sobre la adopción de jornadas escolares "flexibles" en los centros escolares, porque estiman que eso supondrá una mayor autonomía en el funcionamiento de los colegios.

El departamento de Educación ha decidido abrir un debate con sindicatos, familias y alumnos para que los centros propongan proyectos de tiempos escolares "flexibles", es decir, que puedan hacer aportaciones sobre la jornada escolar, y para eso se ha reunido hoy con los trabajadores y los padres y mañana lo hará con los propios chicos.

Desde Comisiones Obreras aseguran que el derecho a la libre elección de jornada parte de la autonomía de los centros y son éstos los que tienen que decidir "hasta donde quieren llegar".

El sindicato comparte que la decisión sobre la jornada no suponga la pérdida de servicios educativos complementarios y alaba la participación que se ofrece a las familias, al tiempo que aseguran que será necesario evaluar el modelo elegido periódicamente para considerar la introducción de mejoras.

CCOO ha pedido al departamento en la reunión de hoy que la normativa esté lista "en el menor plazo posible" para que los centros interesados presenten la documentación necesaria y en la campaña de escolarización las familias conozcan el horario como una variable más a la hora de elegir el centro.

Por su parte, desde UGT consideran estas reuniones "un buen principio", porque permitirá a la comunidad educativa de cada centro decidir democráticamente su modelo de jornada.

UGT celebra que el Departamento de Educación haya cumplido su compromiso de llevar a la mesa sectorial esta "histórica reivindicación".

También se congratula de la decisión de abrir el debate el sindicato CSI-F, que comparte la posibilidad de elección de nuevos modelos de organización siempre que no se vean perjudicados los derechos laborales de los docentes ni tampoco exista una merma de la calidad educativa.

Aseguran que la elección de jornada deberá suponer acometer una "redistribución del tiempo" y una mejora de la organización, sin perder servicios con el cambio.

Y, finalmente, CGT ha asegurado que apoyará este proceso, aunque estará vigilante ante su puesta en marcha, para que se garantice la equidad, la participación y la conciliación.

Los cuatro sindicatos hacen referencia al documento que en 2013 consensuaron éstos con la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fapar) y que incluía unas "líneas rojas" que son las que el departamento ha incluido ahora como requisitos para aprobar los cambios de jornada.

Estos son que el centro permanezca abierto hasta la hora habitual y con actividades que no supongan coste para las familias; que mantenga los servicios que presta (madrugadores y actividades extraescolares); que los servicios de comedor y de transporte estén garantizados, y que el proyecto cuente exclusivamente con los recursos humanos y materiales de los que disponga el centro.