Desde la antigua Caesaragusta hasta nuestros días todos los habitantes de Zaragoza han soñado con mejorar la ciudad. Las diferentes civilizaciones han dejado huella en monumentos y edificios pero también en las tradiciones y costumbres. Ahora en el siglo XXI se impone el reto de corregir el deterioro donde exista, purificar el ambiente y renovar el espacio para disfrutar de una ciudad moderna y humana.

Cultura, sostenibilidad y tecnología son los tres pilares fundamentales para humanizar la capital aragonesa. Así lo afirmó ayer la historiadora Isabel Brieba, que junto al arquitecto Guillermo Corral y el periodista Álvaro Sierra han elaborado el informe, Ciudad Humana. «Queremos pensar una ciudad haciendo que la persona sea el centro de ella», afirmó José Luis Saborido, director del Centro Pignatelli. Desde esa institución se están llevando a cabo varias acciones junto con el Seminario de Investigación para la Paz, entre las que se enmarcan dos jornadas, el lunes 8 y el martes 9 de mayo, para debatir y abrir el diálogo a la participación de los zaragozanos.

Aunque las asociaciones de barrios y las redes de trabajo cultural han conseguido que Zaragoza no esté demasiado deshumanizada. Por ejemplo, la plaza Utrillas «se recuperó gracias a la iniciativa de los vecinos, dejó de ser un lugar abandonado y dinamizó la zona», añadió Brieba. Ahora está pendiente la Milla Digital, un proyecto que incluye cultura, tecnología y sostenibilidad.

La iniciativa, Soñamos la ciudad, la construimos juntos está abierta a todos los ciudadanos: «No se distingue ideología o creencia. El único lema es el respeto».

El alcalde, Pedro Santisteve, inaugurará las jornadas el lunes a las 18,30 horas.