"Más de ciento veinte localizaciones, niños, perros y un pico de casi tres mil metros. Todo esto dentro de nuestra primera película. Estamos haciendo todo lo que nos dijeron que no deberíamos hacer cuando estudiábamos cine, pero es lo que nosotros queremos". Así describen Javier Asenjo y Miguel Ángel Pérez Tres mil, el que será su primer largometraje y que se encuentra en pleno rodaje en las inmediaciones del Parque Nacional de Ordesa.

Todo el pueblo de Torla está movilizado con la película: guías de montaña, restaurantes, habitantes del pueblo, etc. Ya están acostumbrado a ver a los actores y trabajadores de la película, un grupo de más de treinta personas, caminando por sus calles, bañándose en el río o filmando en cualquier lugar de la zona. Tras unos meses de convivencia ya son todos parte del pueblo, los conocen las personas mayores, en los restaurantes, en las tiendas o en los bares, que frecuentan habitualmente en sus ratos de descanso. De esta forma, están tan integrados en el pueblo que todos reconocen que les va a costar retornar a la "gran ciudad" y prometen que volverán y recomendarán la zona a sus amigos.

El día a día en el rodaje es duro. Se despiertan a las 6 de la mañana, desayunan, se maquillan y comienzan un largo viaje en furgoneta por los caminos y las montañas del Valle de Otal, donde permanecen, si la climatología se lo permite, hasta el anochecer. Al volver al hotel, su centro base, el cansancio se refleja en sus caras, quemadas de las muchas horas al sol.

La aventura de la vida

La película es una comedia moderna sobre la amistad, la superación, la relación entre padres e hijos y las pequeñas y grandes aventuras que afrontamos a lo largo de la vida, y esto lo refleja a la perfección todo el equipo de rodaje que ya han creado una gran familia tras convivir durante tres meses en Torla y que han tenido que superar diversas adversidades, principalmente la climatología, el desconocimiento de la montaña o el tener que rodar con un perro.

La historia habla de dos amigos de toda la vida, Iñaki, interpretado por Lucas Fuica, y Mateo (Raúl Fernández de Pablo), a los que a pesar de sus diferencias --uno es alocado y visceral y el otro, formal y prudente--, siempre les han unido sus escapadas a la montaña. Sin embargo, el tiempo ha pasado y sus relaciones se han distanciado. Ambos están casados y tienen hijos y tras mucho tiempo sin verse, una noche coinciden en un bar y, entre copa y copa, retoman la idea de hollar la cima de 3.000 metros que nunca terminaron de coronar --el pico Otal--. Aunque en esta aventura tendrán que cargar con sus hijos Irene (Elisa Drabben), la hija de Iñaki; y Bruno (Lucas Utray), el hijo de Mateo con el que no tiene una buena relación.

La historia de Tres Mil es también el reflejo de la vida de los propios directores y guionistas; ambos eran scouts y pasaron su adolescencia en la montaña, al calor de un fuego y junto a sus compañeros, "cuando el resto del mundo no interfería en nuestras vidas y éramos dueños de sus sueños y deseos", explica Asenjo. De esta forma la película "muestra el anhelo de recuperar antiguas amistades o simplemente es fruto de una fantasía que da vueltas en mi cabeza sin parar, ¿cómo sería ahora si nos fuéramos juntos?", contaba el director.

Así el filme es el fruto dos amigos y la distribuidora Karma, que también se estrena en la producción de un largometraje. "Es una producción humilde, pero que lleva intrínseca mucha ilusión y un duro trabajo", reconoce su codirector, Miguel Ángel Pérez.

Como es de imaginar y viendo que Torla es el cuartel general, los paisajes cercanos al Parque tendrán gran protagonismo en la película: Bujaruelo, Ordiso, el Camino del Cebollar, Puntas Cutas, y especialmente el pico Otal, que es uno más de los protagonistas. "Fue ahí donde comenzó toda la aventura, que se adelantó para poder grabarlo todavía con nieve", asegura Miguel Ángel Pérez, "¡y dormir en la montaña a menos seis grados!", añadía con sorna Javier Asenjo. "Es la experiencia más dura que he vivido, subimos casi hasta la cima en helicóptero, y yo sufro e vértigo", cuenta Raúl. Y Lucas apostilla: "Fue entonces cuando se unió esta gran familia que todo el equipo formamos".