La fuga de lindano que se detectó el pasado miércoles en el vertedero de Bailín, junto a Sabiñánigo, todavía no ha llegado a los puntos de medición de contaminación situados aguas abajo, en lugares como los embalses de La Peña y de Ardisa. En el primero de ellos, el pasado día 25 los análisis solo detectaron 0,006 microgramos por litro, muy lejos de los 0,10 a partir de los cuales se entra en situación de peligro, según datos aportados ayer por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

Las muestras, según un portavoz del organismo de cuenca, siguen saliendo "limpias". En el caso de La Peña, la fuga, que pudo deberse a las últimas lluvias o a la caída de una señal de tráfico en una arqueta, se podría diluir en la reserva de agua del pantano. Y en lo que se refiere a Ardisa, "está claro que todavía no había llegado" cuando se tomaron las muestras.

De momento, al no hallarse agua río abajo se ha levantado la prohibición de beber agua del Gállego a tres --Caldearenas, Anzánigo y Javierrelatre-- de los ocho pueblos afectados por la orden dictada por la DGA el miércoles pasado al tener conocimiento del nuevo escape.

El exceso de lindano en las aguas del río se produjo el pasado verano, tras una serie de fuertes tormentas en el prepirineo, pero no fue dado a conocer hasta el mes de octubre.