El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) tiene una última oportunidad de iniciar el proceso de municipalización de la depuración de aguas. Será este viernes en el consejo de Ecociudad donde se incluirá en el orden del día iniciar la internalización del servicio para que la sociedad municipal gestione directamente la depuradora de La Almozara y la planta de fangos. Todo apunta a que volverán a perder la batalla teniendo en cuenta que no consiguieron el apoyo de los grupos en el pleno. Además, las relaciones con el PSOE no pasan por su mejor momento, por lo que una negociación in extremis durante esta semana se ve complicada. Desde el grupo de ZeC tienen muy claro que las conversaciones con los socialistas están agotadas.

El concejal de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, advirtió ayer de que el equipo de Gobierno no «reblará» en su intento de llevar a cabo este proceso y poder cumplir así con una de sus grandes promesas electorales. El gran impulsor de la municipalización admitió que el resultado es más que previsible, ya que los grupos mantendrán su posicionamiento político. Solo CHA votó a favor de iniciar la internalización.

AHORRO

Cubero explicó que el debate en el consejo tiene más consecuencias que el del pleno. Mientras que este último tenía como propósito conocer el posicionamiento político de los grupos, y en especial del PSOE, el resultado que se produzca en Ecociudad tendrá consecuencias «administrativas» y será «definitiva».

El concejal reiteró que desde su equipo seguirán llevando a pleno una y otra vez la municipalización de un servicio que generaría un ahorro de 500.000 euros a las arcas municipales. La incógnita radica en qué pasará con la plantilla, principal diferencia con los socialistas, que se decantan por la libre concurrencia al tratarse de puestos públicos.

«Seguiremos analizando los informes técnicos y jurídicos y llevando su votación al pleno», declaró. Entre los servicios que se encuentran en estudio destacan el 010 y el punto limpio. ZeC quiere integrarlos en sociedades municipales ya existentes, el problema es que no coinciden con el objeto social de ninguna.

Precisamente esta situación se presenta como un obstáculo difícil de salvar porque, al estar el consistorio sometido a un plan de ajuste, no puede ni modificarlo ni crear uno nuevo. Una empresa externa se está encargando de analizar las posibilidades que existen para llevar a cabo el proceso. Cubero fue duramente criticado por toda la oposición por contratar a una empresa externa para que se encargue de un estudio que pretende internalizar un servicio.

El concejal insistió ayer en que el personal municipal no está especializado por lo que precisan de expertos con experiencia en procesos similares para analizar las alternativas.

El también responsable del observatorio de las contratas reiteró ayer que las negociaciones sobre el pacto de gobernabilidad están rotas, después de meses de espera --el ofrecimiento se realizó en marzo-- y con un PSOE poco receptivo, señaló. Confesó que en su momento creían que los socialistas tenían «voluntad» política y había opciones de que «fructificara» el acuerdo. «Tenemos que admitir que como Gobierno nos equivocamos pensando que todas las fuerzas tenían voluntad», declaró.

Admitió que fue un error no plantear este acuerdo desde el inicio de la legislatura, en lugar de limitarlo solo al apoyo de la investidura de Pedro Santisteve.

Cubero destacó que solo CHA ha demostrado su intención de trabajar desde la izquierda por la gobernabilidad de la ciudad, entre los que se incluye la municipalización.

Las tres fuerzas de la izquierda tienen una última oportunidad de no enterrar de forma denifitiva este proceso, teniendo en cuenta que las tres formaciones está a favor de la internalización.