Son muchas las personas que utilizan de manera diaria el servicio sanitario de transporte no urgente. Consultas, diálisis, rehabilitaciones o ingresos, entre otras, son las razones que les llevan al centro hospitalario de manera habitual. Con la nueva medida implantada por el Gobierno, que cataloga este transporte como "servicio accesorio", deberán pagar por él. Una noticia que han recibido con malestar, ya que consideran que obligarles a costear este transporte supondrá "pagar dos veces" porque ya abonan la Seguridad Social.

Adela García es una de las afectadas, se sometió a una operación en la pierna, y acude a rehabilitación al hospital Miguel Servet todos los días de la semana. "Si hay que pagar, pagaré, porque es algo que necesito" reconoce, pero asegura estar "molesta" con la medida porque significará "pagar antes y después".

En situación similar se encuentra José Antonio Lapuente, que sufrió un ictus y va al Miguel Servet dos días a la semana. A él la medida le parece "muy mal". E indica que deberían recortar de cualquier lado, "pero no de la sanidad pública".

Otro ictus es lo que obliga a Antonio Miguel a acudir todas las semanas al centro hospitalario. Asegura que "antes tendrían que ir a por otros como los banqueros". Sin embargo, apunta, "la culpa no es del actual Ejecutivo si no del anterior".

No solo los usuarios del transporte programado se verán afectados por los recortes. El pago de prótesis ambulatorias le parece "una vuelta a los años 60" a María Andrés, que visita diariamente a un familiar que se ha roto la cadera. Laura Hernández, paciente de Neurología, es de parecida opinión y no entiende el copago porque ya le quitan "bastante de la nómina todos los meses como para tener que pagar por unas muletas".

Los conductores de ambulancias reciben con incertidumbre estas medidas. Marcos Canales lleva un vehículo de transportes programados. Según señala, aunque aún no les han comunicado nada, "seguro que hay menos utilización del servicio y nos termina afectando".