Nunca había tenido este Basket Zaragoza un jugador lituano en su equipo y, a falta de uno, esta temporada ha apostado finalmente por dos. Primero llegó Martynas Gecevicius y después se unió Adas Juskevicius, aunque ambos bien podrían llamarse Triplevicius. El lanzamiento de larga distancia es una de sus especialidades y así lo demostraron ayer frente al Andorra. Su acierto ametrallador desde más allá del arco de 6,75 desatascó al equipo en momentos de incertidumbre y fue clave para el triunfo aragonés.

Fue titular Gecevicius, ya recuperado totalmente de su lesión, pero no estuvo acertado en la primera parte. Es más, un par de sus lanzamientos fueron sendos air-balls impropios de él. Entonces apareció Juskevicius. Cuando estaba sufriendo el Tecncyonta, cuando ganar la batalla interior no era suficiente para dominar el partido y Andorra mandaba en el resultado (19-23), la muñeca caliente de Adas fabricó tres triples casi seguidos que supusieron el primer distanciamiento importante del equipo aragonés en el marcador. De 21-23 a 30-25 por la vía rápida. El Tecnyconta había salvado su primer momento de apuro para tomar las riendas del partido, que ya no soltaría en ningún momento.

En la segunda parte fue Gecevicius el que resurgió con tres triples consecutivos, uno, otro y otro, que llevaron a su equipo del 45-35 al 54-38. Una racha que remató Bellas con otra canasta de tres para un 59-44 que terminó de hundir al Andorra. El escolta ha sido uno de los grandes fichajes de este verano en el Tecnyconta. Apenas ha necesitado periodo de adaptación, se le ve perfectamente integrado desde el primer día, se lleva bien y se entiende con todos sus compañeros y en la pista ya ha dado sobradas muestras de su eficacia. Es un tirador rápido y eficaz, que se agazapa en la esquina esperando un balón hasta que sus compañeros le encuentran o que busca el bloqueo por arriba para ganarle esas décimas de segundo al defensor que le dejan definitivamente en ventaja.

Después del encuentro se explicó Juskevicius. No le dio excesiva importancia a su acierto, no tanto por anteponer el bien común al brillo individual como porque, ciertamente, para un tirador encestar es algo tan natural como que el sol salga por la mañana. «Puede parecer que ha sido mi mejor partido, pero lo importante es la victoria», empezó el combo lituano, quitándose importancia y dándosela a los compañeros. «No quiero hablar mucho sobre mi actuación porque si hubiéramos perdido no serviría de nada. Mis compañeros han hecho un gran trabajo encontrándome en buenas situaciones y yo solo he tenido que tirar. Tengo que agradecerles las buenas asistencias que me han dado», aseguró Juskevicius, que destacó también el duro trabajo del equipo durante la semana para preparar el partido, lo que había dado el resultado esperado.

La amenaza exterior

La unión de los dos lituanos, además, eleva al fin y considerablemente la amenaza exterior del Tecnyconta, uno de sus talones de Aquiles las últimas temporadas. Ayer el conjunto aragonés acertó 9 veces desde el 6,75 en 25 intentos. Aunque su rival mejoró esos números (10/27), el Tecnyonta los consiguió en el momento adecuado para romper el partido y, a diferencia del Andorra, no abusó del lanzamiento. Contando con dos cuatros tan productivos como Jelovac y Fotu y un Norel que va creciendo jornada a jornada, la suma de dos tiradores consumados supone aumentar las posibilidades de éxito del equipo. A falta de uno este año el Tecncyonta puede tener dos. Martynas y Adas Triplevicius.