Tras la Comisión de Derechos Sociales celebrada el pasado martes en el Ayuntamiento de Zaragoza, la polémica por el pliego de condiciones de cogestión que el gobierno de la ciudad quiere aprobar y que afecta a los 28 clubs de fútbol que gestionan los terrenos de juego municipales vivió ayer un nuevo episodio. Representantes de las entidades deportivas mantuvieron una reunión con responsables de las tres fuerzas políticas de la oposición: Partido Popular, PSOE y Ciudadanos.

Antes del encuentro, Ángel de Miguel, presidente del CD Oliver, tomó la palabra en representación de los 28 clubs afectados y manifestó que no aceptan las condiciones ya que «son una clara imposición» del concejal de Deportes Pablo Híjar, aunque recalcó que «somos los primeros interesados en una regulación que dé seguridad jurídica a las partes afectadas». Además, defienden que la cesión de la gestión de los campos de fútbol municipales no es irregular ya que «a varios clubs se les pasa un recibo de cobro por la gestión de los campos de fútbol».

Por otra parte, en los catorce puntos de su hoja de reclamaciones sobre el pliego, uno de los puntos conflictivos es el pago del canon en función de la tipología del tapete y del número de campos. Sobre ello, De Miguel aseguró que «no tienen sentido las cantidades del canon porque los clubs deberían adelantarlo, por lo que el gasto real existiría y la recuperación parcial o total del mismo requeriría un proceso administrativo largo». «Los clubs de fútbol no somos empresas de ninguna clase, ni de hostelería. Siempre hemos subarrendado el bar, por lo que el pliego tiene un claro fin recaudatorio, un pago encubierto de un segundo canon», añadió el portavoz de los 28 clubs de fútbol.

Por otra parte, De Miguel criticó la restricción del precio máximo de las cuotas de los socios ya que es materia autonómica y coarta las posibilidades de financiación. Asimismo, el pliego no deja claro quién abrirá las instalaciones para las escuelas en horario matinal ni quién asumirá el coste de los desperfectos, un aspecto que debe ser atado para evitar controversias.

Por último, aunque los clubs lamentan que Híjar «rezume desconfianza hacia los directivos de los clubs de fútbol tratando de hacer creer a la opinión pública que son sospechosos», se mostraron abiertos a dialogar con todas las partes y arreglar la situación para seguir con su labor social de promoción del deporte.