--En unos días deja el Balonmano Aragón.

--La semana que viene pediré la baja y jugaré en el Stadium Casablanca de Primera Nacional hasta final de temporada con Jordi Mañé y Nacho Bautista, que fueron mis entrenadores en juveniles y cadete. Quiero volver a disfrutar del balonmano y tener minutos de juego.

--No habrá sido fácil.

--No, lo he pensado y meditado mucho durante las últimas semanas. Necesito jugar más. En los dos años y medio que llevo en el equipo no he tenido los minutos que quería y tras consultarlo con familia, amigos, he decidido marcharme y creo que es la decisión acertada.

--¿Se ha sentido valorado en el equipo o no ha dejado de ser un chaval de la cantera?

--Cuando salí de Zaragoza sí lo era, pero desde que me llamaron para volver me he sentido jugador del primer equipo y he sido uno más. Sí me he sentido valorado, pero por una cosa o por otra no he tenido minutos. El primer año piensas que es normal porque es el primero, el segundo empecé jugando pero luego cada vez menos, y este no estoy teniendo la oportunidad y yo lo que quiero es jugar.

--¿Con qué se queda de estos dos años y medio?

--Con muchas cosas. He coincidido con grandes jugadores y personas con los que tengo una gran relación. He coincidido con un campeón del mundo, dejo grandes amigos, gente que me ha ayudado a crecer como jugador y como persona. Ha habido grandes momentos, como las semifinales de la Recopa, aunque también momentos duros, sobre todo en el aspecto económico.

--¿Demasiada incertidumbre?

--En mi caso no me afectaba tanto porque yo estoy en casa, pero supone mucho desgaste no saber lo que va a pasar. Veía a compañeros muy afectados y es duro ver a gente pasarlo mal porque tiene que pagar la casa y tiene una familia. No obstante, hemos sabido separar en todo momento el aspecto deportivo del económico y mi decisión no tiene nada que ver con el dinero.

--Su despedida no pudo ser mejor, marcando el último gol.

--Toño (Cartón) me dijo que saliera a jugar, me cambié por Ariño y Rial me dijo que me pusiera en la esquina, que me la iba a pasar y que me la jugara. En cuanto le llegó el balón así lo hizo y tuve la suerte de que entrara. Lo importante fue la victoria.