Decididamente, los participantes del Isostar Desert Marathon están hechos de otra pasta. Disputarán 110 kilómetros por el desierto de Los Monegros en un recorrido plano como la palma de la mano y sin una sola sombra. Aguantarán durante muchas horas comiendo unas simples barritas energéticas y geles junto al fundamental aporte líquido. Pasarán momentos de gran sufrimiento físico y psicológico a más de 43 grados bajo un sol de plomo. Y sufrirán estos avatares pagando una inscripción de 95 euros. Para una persona de la calle esto es masoquismo puro y duro. Sin embargo, los 350 participantes que competirán los próximos 14 y 15 de julio en la segunda edición del Isostar Desert Marathon son felices de poner a prueba su cuerpo en este tremendo reto. "Su atractivo es enorme porque en España no hay nada parecido", dice Nil Bohigas, director técnico de la carrera.

El lema lo dice todo. "El peor momento, el peor lugar". La prueba es única en Europa. Una carrera en el desierto, en lo que se considera el hermano menor de la Marathon des Sables que se celebra en el Sáhara en abril. La carrera comienza a las once de la mañana en las proximidades de Fraga y el recorrido es secreto. "Es distinto al del año pasado y no pasa por ninguna población. No se dará a conocer hasta que los corredores lleguen a la salida. El campamento está ubicado en el Festival de Monegros", explica Bohigas. Se espera que el primero alcance la meta tras aproximadamente once horas de esfuerzo. El día siguiente se celebra la Starter, de una distancia más reducida: 40 kilómetros.

A lo largo de las 27 horas de tiempo límite el corredor lleva su material obligatorio compuesto por una linterna frontal, una luz roja de posición trasera, una manta de supervivencia, gorra, gafas de sol, un silbato, una brújula y un móvil. En cuanto a la comida, es obligatorio llevar un mínimo de 2.500 calorías.

La prueba sigue criterios ecológicos. El dibujo del trazado se indicará con spray de pintura biodegradable aplicada a las piedras, hitos del camino y con señales en el suelo. Esta pintura desaparece en cinco días por el efecto de los rayos ultravioleta.

El año pasado ganaron los portugueses Telmo Veloso y Susana Oliveira, que disfrutaron de su merecido premio al competir de forma gratuita el pasado mes de abril en el legendario Marathon des Sables. "Este año el favorito es el ceutí Ismael Driss, que fue el duodécimo del Marathon des Sables", dice Bohigas.

Preparación

Es fundamental preparar bien esta carrera para afrontarla correctamente. "Es un reto puesto que las altas temperaturas la convierten en extrema. La gestión del agua es fundamental y hay que controlar su uso. El año pasado mucha gente se la echaba por la cabeza y eso es desperdiciarla". El agua se proporcionará cada 10 o 15 kilómetros.

Lo organiza No Limit, una firma especializada en carreras de aventura que también hace la Vuelta al Aneto. "Son dos carreras diferentes. En Los Monegros el acceso con el quad es fácil a todos los sitios. Sin embargo, los distancias son enormes. Pero en la montaña hay zonas donde no hay acceso y es más difícil la evacuación de los accidentados". No Limit se plantea una carrera con hasta tres etapas. "Pero se necesita un territorio más grande para hacer algo similar al Marathon de las Arenas", dice Bohigas.