—Enrique Martín ha cambiado la cara del Albacete y la situación de Chus Herrero. Ahora usted juega y el equipo reaccionó.

—Estoy contento sobre todo porque el equipo ha conseguido sacar la cabeza de los puestos de abajo y llevamos una buena racha. En la situación que estábamos, daba igual quién jugase, lo importante era salir de ahí y lo estamos haciendo. La llegada del míster ha sido fundamental, le ha metido su carácter al grupo. Cambió el chip para que la gente se dé cuenta de que podemos competir en Segunda y no salir derrotados de antemano. A nivel personal, pasé de no contar a jugar, pero trabajo igual de duro.

—Ahora es titular junto a Gaffoor, que también tiene pasado zaragocista. ¿Han hablado esta semana de ello?

—Yo estaba en el primer equipo y él subía desde el filial hace ya casi una década y hasta pudo haberse dado esa opción de haber jugado ambos juntos en un partido, como lo hacemos ahora. Los dos hablamos mucho del Zaragoza, de los resultados y de cómo le va.

—¿Y cómo le va?

—Le está costando arrancar, es evidente. Veo una gran plantilla, pero la Segunda es complicada, competitiva e igualada y las rachas de tres derrotas te meten abajo y con tres triunfos te vas para arriba. Hay equipo para pensar en estar en la zona alta, pero al final hay que demostrarlo y sacar buenos resultados. Tras 18 jornadas, el Zaragoza está en el puesto que merece, como los demás.

—¿Qué jugadores destaca?

—Zapater, por supuesto. Tiene un gran delantero, Borja, que me gusta. Y la gente joven de la cantera aporta mucho.

—A Zapa lo conoce bien.

—(Sonríe). Hablo muchísimo con él, por whatsapp sobre todo, aunque también con otra gente del club. Me habla de un proyecto diferente este año y se ve que es una idea a medio largo plazo y eso lleva un tiempo. Hay que tener paciencia, porque hay buenos jugadores, pero también jóvenes. Creo que Lalo fichó bien, pero no con las prisas de ascender, aunque el Zaragoza todo el mundo quiere que esté en Primera.

—El problema es que este es el quinto año en Segunda…

—Pero en los cuatro años anteriores no se ha hecho un proyecto como este. Ese cambio de mentalidad ha sido importante, porque lo que se hizo antes no funcionó, con ese plan de subir rápido, en un año. Se han sentado unas bases que pueden perdurar.

—Mencionaba a los canteranos. ¿Qué le parece esa apuesta?

—Me encanta. También ahí ha habido un cambio de mentalidad, no solo suben al primer equipo sino que la gente está contando. Delmás o Guti han demostrado que pueden jugar en el Zaragoza tranquilamente, también sé que Zalaya es un central muy bueno, y están Lasure, Pombo... Hay que contar con la gente que es válida de Aragón, que es mucha.

—Usted ha merodeado el regreso en los últimos años.

—He esperado tantos veranos esa llamada, cada vez que me quedaba sin equipo... (sonríe) Al final nunca pierdes la esperanza y como zaragocista siempre la tuve, pero también era realista y sabía cómo eran los proyectos y me imaginaba que no tenía cabida, por ejemplo cuando salí de Valladolid y firmé en el Llagostera en el 2015 o este verano último.

—Esa llamada sí llegó en el 2016. ¿Qué pasó?

—Estuve muchos días esperando, encajaba en las descripciones de la gente de la casa y con experiencia. Con Zapater hablé mucho, me decía que no firmase con ningún equipo, yo alargaba las ofertas que tenía para ver si llegaba la del Zaragoza. Vi que no lo hacía o que la iban a retrasar y cuando llegó ya llevaba un mes en Chipre, puse todo de mi parte para salir y no me dejaron.

—¿Esa puerta ya está cerrada?

—Nunca se cierran del todo, pero me hago mayor (33 años), y es complicado. El tren de mi regreso ya pasó y no creo que vuelva.

—¿Cuántos años le quedan?

—Espero que me quede lo máximo posible, me siento bien y amo el fútbol. Después, mi vida está en Zaragoza, porque es donde están mi familia y amigos, y me gustaría seguir en algo relacionado con este deporte.

—Quizá ahí llegue ese regreso…

—Ojalá, en algo que me llene en el club. Es el equipo de mi vida.

—¿Qué sentirá cuando este equipo recupere el sitio en Primera?

—Una alegría inmensa, lo mismo que cualquier zaragocista que ama al Zaragoza. Que suba pronto, porque solo puede estar donde merece estar, en Primera.