El CAI Zaragoza escribió ayer un nuevo elogio de la defensa. Ante un rival que destaca por su agobiante defensa pero también por su productividad en ataque, que era hasta ayer el segundo equipo más anotador de la Liga Endesa con 83 puntos de media, que había sumado más de 100 en sus dos últimos encuentros, el equipo de José Luis Abós volvió a dar una lección de juego colectivo, de solidaridad, de ambición, completó uno de sus mejores partidos del curso y venció al Valencia para superarle en la clasificación, situarse quinto y poder mirar prácticamente a los ojos al Barcelona y al Bilbao.

El partido fue para recordar, el vídeo, para enseñarlo en las escuelas, a grandes y pequeños. Así se defiende, así se juega en equipo, así se gana a un rival teóricamente superior. El CAI propuso una defensa intensa, agresiva, individual, pegajosa, a toda pista, desde el primer segundo del partido. Y consiguió su propósito, hacer fallar al Valencia. Los taronjas buscaron el lanzamiento exterior pero sin éxito. No lograron anotar un solo triple en los primeros 20 minutos.

Al descanso, el conjunto de Perasovic únicamente había podido anotar 24 puntos, 12 en cada cuarto. A pesar de eso, el CAI Zaragoza solo ganaba por diez (34-24) porque su acierto de tres había sido escaso --tan solo Rudez encestó en siete intentos del equipo-- y porque el Valencia también defendía lo suyo, aunque el equipo quedara empequeñecido ante la actuación del CAI.

TRABAJO COLECTIVO Las pérdidas aragonesas eran la tabla de salvación de un Valencia que no encontró a sus jugadores de referencia por fuera, con Martínez, Ribas y San Miguel muy bien tapados. Otro ejemplo del triunfo del colectivo fue que el CAI repartió 17 asistencias por las 5 de su rival. El mérito aragonés aumenta teniendo en cuenta la baja de Jon Stefansson, una de las referencias defensivas del CAI.

Abós supo explotar los pocos recursos que tenía. Que los jugadores más en forma son los dos bases, pues los dos juntos a pista, media hora de juego cada uno. Y Van Rossom y Llompart dominaron el partido y aportaron los puntos que ahora mismo no suma Roll, por ejemplo. Los dos extracomunitarios, Roll y Jones, sumaron -4 de valoración --aunque el pívot aportó 6 rebotes--, lo que no restó al trabajo colectivo.

Los dos bases encontraron en Norel el punto de apoyo por dentro para desarbolar al Valencia. El CAI tuvo algún problema para frenar a Faverani pese a las dos o tres ayudas que recibía en defensa, pero en el último cuarto Norel se comió a Lishchuk. El holandés volvió a cuajar un buen encuentro, 9 rebotes, buenos ganchos de izquierda y 17 puntos. El CAI fue siempre por delante en el marcador, la victoria apenas se puso en duda en toda la mañana. Y al final, el equipo aragonés tuvo tiempo para pensar en el average y ganarlo. Es decir, en caso de empate final a victorias con el Valencia, el CAI Zaragoza estará por delante en la clasificación. Como lo está ahora mismo, con 13 triunfos, viento en popa hacia los playoffs tras una nueva exhibición defensiva en casa.