El refugio de Cap de Llauset es la última joya de la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM), que dentro de una semana se vestirá de largo para inaugurar la segunda fase de esta instalación deportiva. El acto tendrá lugar el próximo sábado a las 12.30 horas y asistirán entre otros Miguel Gracia, presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Esther Cereza, alcaldesa de Montanuy, Joan Garrigós, máximo mandatario de la Federación Española y Luis Masgrau, presidente de la FAM. Tras la inauguración se llevará a cabo un almuerzo montañero.

Cap de Llauset es el refugio guardado más alto en el Pirineo español. Está enclavado en la Alta Ribagorza, a 2.438 metros de altitud y a la sombra de tresmiles como Ballibierna, Tempestades, Rusell, Margalida y el propio Aneto. Está en plena ruta del G.R.-11, entre los refugios de Estós y La Renclusa y a una jornada del túnel de Viella, ya en Cataluña.

El 2 de julio del 2016 se inauguró la primera fase. «Tiene dos módulos y permitía poner en marcha uno de ellos con 32 plazas. La previsión era que en cuatro o cinco años se pusiera totalmente en marcha a nivel de ocupación porque cuesta que la gente se entere de su existencia. Ahora se inaugura el refugio completo con su segundo módulo tal y como se proyectó», explica Sergio Rivas, vocal de refugios de la FAM. Se espera que la inauguración sea un acto bonito y fraternal. «Hace dos años ya hubo 250 personas. Será un día de celebración en un acto abierto en el que se juntará gente de muchos sitios de la montaña», afirma.

EL ACCESO

No se realizará una excursión complementaria. «A Lizara se llega con el coche y Bachimaña está a una hora del valle. Sin embargo, desde Zaragoza el viaje es largo. Después hay que ir hasta la localidad de Aneto y desde allí parte una pista que sube hasta el ibón de Llauset. En este lugar se deja el coche. Desde aquí tenemos que tomar una senda y se llega después de hora y media de caminata. Se te va el día y por eso no hemos planteado una excursión».

El refugio de Cap de Llauset ha sido posible gracias a la financiación de la Diputación Provincial de Huesca, el Ayuntamiento de Montanuy, la FAM y el Cedesor. «En la primera fase en la planta baja estaba el comedor y la cocina y en la primera planta las habitaciones para los montañeros y los guardas, los aseos generales y se puso de manera provisional el sótano». En la segunda fase se han completado las 86 plazas. «En la planta baja una pequeña enfermería, las taquillas, el botero, la cocina, el refugio libre, las habitaciones de las ayudantes de los guardas, el almacén y un cuartito taller».

LOS GUARDAS

Desde su inauguración los dos guardas titulares de la instalación son el checo Martín Grudzien y el aragonés Raúl Martínez. En el verano llegan a contar con hasta cuatro ayudantes. En cada año el refugio ha contado con 7.500 pernoctaciones. «Estamos muy contentos en estas cifras. Siempre es costoso en los primeros años de comenzar puesto que cuesta que la gente conozca que existe. Hay que tener en cuenta que en los mapas que tienen tres años de antigüedad el refugio no existe», apunta Rivas. No se puede comparar con las cifras de Góriz, el de mayor ocupación de la FAM. «Alcanza las 10.000 pernoctaciones al año. Hay que tener en cuenta que tiene 70 plazas por las 32 de Llauset», dice.

Otro signo diferencial del edificio es el material y el sistema de construcción. «El elemento más distintivo es el modelo constructivo. En el interior es prefabricado de madera y por fuera aislante y de chapa. Es una obra más limpia. En plena montaña se montan los módulos. Se puede gestionar mejor a la hora de calentar el edificio», explica Rivas.

Es el más alto del Pirineo guardado todo el año. «Solo está más alto el de Baysellance, en pleno macizo del Vignemale, a 2.620 metros de altitud. Pero este solo está abierto de julio a septiembre y el de Llauset todo el año». El edificio se encuentra en un lugar privilegiado para realizar travesías y excursiones. «Las actividades estrella son la ascensión a Ballibierna, que está a dos horas del refugio y la travesía del G.R.-11. También un circuito circular de la Maladeta en conjunto con la Renclusa y las ascensiones a la montañas orientales del macizo del Aneto», concluye.