Narcís Juliá, director deportivo del Real Zaragoza, defendió ayer la legalidad del contrato de Sergio Gil para las tres próximas temporadas con el primer equipo y afirmó que Lluís Carreras tiene plena libertad para seguir utilizando al futbolista cuando lo considere oportuno. De hecho, decidió incluirlo en la convocatoria para el partido de hoy contra el Huesca. Gil, que el 30 de junio finaliza su compromiso con el Deportivo Aragón, se ha negado a suscribir dicho contrato por considerar que no tiene validez. El caso podría terminar en los juzgados si ambas partes no consiguen ponerse de acuerdo.

El director deportivo del Zaragoza aseguró estar sorprendido por el cambio de actitud de Sergio Gil. "Esto no viene de ayer ni de anteayer. Dentro de las acciones deportivas a realizar, se decidió que Sergio Gil era un jugador importante y que tenía que continuar tanto en Segunda como en Primera y así se le hizo saber. Yo le cité hace varias semanas para explicarle el proyecto deportivo y decirle que confíabanos en él y que íbamos a apostar por él", dijo Narcís Juliá.

Y, tras realizarle esa exposición al jugador, Juliá añadió: "Entonces le dije que íbamos a activar la opción de ampliación del contrato firmado en el 2013 y hasta el 2019. En esa reunión mostró mucha ilusión por poder triunfar aquí y seguir en el club de su vida". Pero pasado un tiempo, Gil y José María Minguella junior, su agente, comunicaron al club que no estaban de acuerdo en que se activase el nuevo contrato. "Entonces, para mi sorpresa, recibimos un burofax firmado por el jugador y sus representantes en el que se nos comunicaba que no estaban de acuerdo con ese contrato y que lo consideraban no válido. Luego se volvieron a reafirmar en lo mismo y pusimos el tema en manos de los servicios jurídicos, que nos recomendaron seguir adelante con el proceso", comentó.

SIN INDICACIONES Juliá aseguró haber hablado de este asunto con Carreras. "Le he dicho que Gil es un jugador 100% de la plantilla y que está en las mismas condiciones que cualquier otro de ser alineado. Por eso no hay ninguna indicación del club en sentido contrario y puede tomar las decisiones que crea oportunas". Y añadió: "Gil es un jugador nuestro y vamos a defender nuestra postura desde el ámbito jurídico si llega el caso y hasta el final. Para nosotros, el contrato es legal, pero si las dos partes divergen en esa opinión tendrá que haber una tercera parte la que lo determine. Ni ellos ni nosotros, sino algún juez".

El director deportivo del Zaragoza reconoció que no había vuelto a hablar con el jugador tras su negativa a suscribir el nuevo contrato. "Entiendo que lo que tenía que hablar con él ya lo había hablado en su momento. Pero claro que lo intentaré, no tanto para que cambie de opinión sino para conocer su estado de ánimo y cómo le puede afectar esta situación. Sergio tiene 20 años, es mayor de edad, ha tomado una decisión y estas decisiones hay que apechugar con ellas y tirar hacia delante. A partir de aquí, él tiene que demostrar esa madurez y esa fuerza mental para afrontar esta situación", afirmó Juliá.