Había firmado un partido sin brillo el alemán Toni Kroos, que salió al rescate del Real Madrid con un disparo repleto de calidad de diestra desde la frontal, a nueve minutos del final, para dar el triunfo a su equipo ante un buen Celta, que acarició puntuar con una mejora de imagen. El intenso calor marcó el duelo del Santiago Bernabéu. Los 32 grados provocaron un excesivo castigo al esfuerzo en un Real Madrid que estuvo irregular y con falta de ritmo.

Tuvo cerca el Celta puntuar en el Bernabéu, el orden que impuso Berizzo en su equipo sobre el terreno de juego logró atascar en el primer acto a un Real Madrid que jugó al pie, no encontró espacios salvo cuando corrió al contragolpe con Marcelo como abanderado y el peligro que generó llegó con Luka Modric que estaba de vuelta al once.

BIEN MODRIC Desde el inicio, ante la falta de fluidez, buscó el gol el Madrid con disparos de fuera del área. Modric fue el encargado de probar el momento de Sergio Álvarez, firme en el primer disparo y brillante sacando las manos en su vuelo al disparo que olía a gol a la media hora del duelo. Perdonó el Celta la clara que tuvo. Bongonda se marchó de Carvajal y encontró una autopista con dos salidas. Tomó la peor al chutar desviado cuando vio de cerca a Casilla. Mientras, Modric seguía haciendo su particular partido. Sólo él leía el juego entre líneas y un nuevo disparo suyo acababa en el travesaño.

Se rebajó el protagonismo de Bale en el juego madridista, pero el galés apareció con un testarazo tras córner de Kroos y un disparo lejano que detuvo Sergio. Se esperaba la salida en tromba del Madrid en la reanudación pero la realidad fue bien distinta, el balón era del Celta y sólo le faltó culminar jugadas. Pero en dos arreones se olía el gol y llegó con un error del portero del Celta en la salida de jugada. Morata se reivindicó con su primer tanto oficial tras su regreso.

Morata envió después un balón al palo y, cuando más merecía el gol el Real Madrid, llegó un castigo inesperado. Orellana culminaba su gran partido con un disparo de derecha con una trayectoria que sorprendió a Casilla. El Madrid se volcó. Bale avisó con un nuevo cabezazo y Kroos se disfrazó de salvador.