Lalo Arantegui se sentó ayer en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva para hablar de la peliaguda situación que vive otra vez el Real Zaragoza. Explicó el director deportivo que había elegido este momento al cumplirse el primer tercio de la temporada, y que lo haría de nuevo cuando pasaran otras 14 jornadas. Se trataba de responder, según dijo, a las dudas surgidas desde el cierre del mercado estival. Bien se conocen las incertidumbres que rodean hoy en día al club, que andan entre las urgencias económicas e históricas, su ordinaria mala situación clasificatoria, ahora la endeblez de Natxo González. No fue tajante al hablar del futuro del entrenador, solo aseguró que no había tenido ningún recelo sobre su trabajo. «En mi mente no se ha puesto en duda la situación de Natxo en ningún momento y bajo ninguna circunstancia».

Fue cuestionado directamente sobre si podía asegurar la continuidad del técnico hasta el final de la temporada, pero no fue rotundo en su respuesta pese a parecerlo de entrada. «Voy a hablar de Natxo González hoy y no voy a hablar más. Lo que me preocuparía es que el equipo no hubiera dado buena imagen nunca, que no hubiese tenido un estilo o no hubiese sabido competir. La masa social que tenemos detrás en algún momento de la temporada ha estado orgullosa de su equipo y es lo que tenemos que volver a encontrar, pero con la máxima tranquilidad y el máximo cariño hacia los jugadores. Ya han demostrado que saben lo que tienen que hacer, y el cuerpo técnico también. No vamos a bajar los brazos y vamos a intentar no repetir partidos como los dos últimos fuera de casa. El puesto de Natxo González no se ha planteado. No tengo en mente ser pesimista y pensar que el equipo va a entrar en barrena. Ya han demostrado que hay una línea y no nos vamos a separar de ella. Vamos a dejar crecer a este equipo que empezó nuevo este verano».

A partir de ahí, el director deportivo extendió el discurso en varios recorridos, aunque siempre alejado de términos de alarma. «Es un proyecto a medio plazo y no es momento en la jornada 15 de analizar si se está haciendo un buen o un mal trabajo. Estamos en crecimiento. Cuando llegue el verano y logremos que continúen 15 jugadores en vez de 5, tendremos mucho ganado y estaremos en las mismas condiciones que otros clubs. Nuestro objetivo es ir creciendo poco a poco y sentar las bases de un proyecto. Tenemos que ser realistas, ser conscientes de la situación global en la que estamos y ser muy humildes en todo. Hay que serlo en nuestras declaraciones y en la forma de exponer las cosas. En nuestra situación hay que disfrutar cada victoria que conseguimos. Nosotros no somos más que nadie por nuestra historia o nuestros trofeos. Una vez que salen once jugadores contra once, tenemos que competir. El día que no competimos, perdemos. Y el día que competimos mal, podemos perder contra cualquiera».

LO ESPERADO

El análisis de Arantegui fue, de alguna manera, parecido al que Natxo González hizo algunas semanas. La situación no es tan anormal, vino a decir. «Estamos en un momento en el que nos gustaría estar entre los seis primeros. Salimos todos los domingos con el único objetivo de ganar, pero dentro del proyecto a medio plazo que se inició este verano estamos en una situación que podía ocurrir. Estamos en un pequeño bache, sobre todo marcado por dos partidos por los que estamos insatisfechos, pero dentro de una plantilla nueva, donde solo continúan cinco jugadores de la temporada anterior, de los cuales solo uno está jugando con regularidad. Estamos dentro de lo que se podía esperar, al margen de que nos gustaría estar mejor clasificados».

Algunas partes de la conferencia de Arantegui sonaron extrañas, sobre todo cuando se refirió a la satisfacción que debe producir un empate en el campo del colista. «Vamos a pelear esta categoría porque es nuestra responsabilidad. En ningún papel pone que un punto en el campo del Sevilla Atlético nos tenga que saber a poco, o que ganando al Rayo pueda haber cierto runrún de descontento porque hemos jugado de una manera o de otra. Debemos aprender de las experiencias negativas, pero no vamos a ganar partidos con el pasado. Vayamos al campo que vayamos, todos los puntos que saquemos tienen que ser bienvenidos», aseguró.

Sí admitió el director deportivo los dos borrones que han cambiado la temporada del Zaragoza. «No veo falta de actitud. Creo que en Huesca el rival fue superior, desde el minuto 1 hasta el 90 y no tuvimos ninguna opción de ganar ese partido. En Almería no entramos bien en el partido y sí que es verdad que ese partido lo perdió el Real Zaragoza. Al margen de eso, son situaciones de las que tenemos que aprender. Ahora tenemos una presión interna porque esos partidos hacen daño, sobre todo a nuestros seguidores. Voy a estar encima del cuerpo técnico y de los jugadores para que esos partidos no se vuelvan a repetir. Cuando lleguemos a tres cuartos de la temporada, tenemos que haber crecido, aunque es verdad que el partido del Almería sí que fue algo que no esperábamos. Era un partido importante para nosotros, para colocarnos a un partido de estar con los mejores. Son cosas que hay que ir aprendiendo».