La Guía de los montes de Huesca. 200 ascensiones se presentó el pasado miércoles en la sede de Montañeros de Aragón porque sus dos autores, Alberto Martínez y Eduardo Viñuales, son socios de la entidad zaragozana. Fue un gran acontecimiento social presidido por Ramón Tejedor, el presidente del club. Este libro editado por SUA es apasionante, milimétrico, perfeccionista y está elaborado y diseñado con la pasión de los mejores pirineístas de principios del siglo XX.

No faltan en el volumen la trilogía del Monte Perdido, Aneto y Posets. También están clásicos como el Aspe, el Bisaurin, el Balaitous, los Infiernos, el Soum de Ramón, el Cilindro, el Alba o la Maladeta. Pero su encanto lo aportan otras montañas. ¿Quién conoce el Pico Monreal? Es el monte más bajo del volumen y tiene tan solo 263 metros. Se encuentra en la comarca del Bajo Cinca. Como este hay numerosos montículos que no superan los mil metros y que están en La Litera, el Cinca Medio, el Somontano de Barbastro, los Monegros o la Hoya de Huesca.

Una completa revisión

"Algunos pensarán que son cimas sosas porque no hay grandes paisajes como en el Pirineo. Pero en los Monegros puede haber un atardecer que no ves en el Aneto. Son panoramas más humanizados y menos salvajes, más raros que en el resto de Europa donde hay glaciares y predomina el verde. Pero los montes esteparios pueden sorprender a más de uno y hay sasos, tozales y muelas que son muy interesantes de ver y describir", dice Eduardo Viñuales.

En plena época del apogeo de internet y las infinitas páginas especializadas en montañismo y deportes de aventura, este libro supone un soplo de aire fresco. Todavía se puede publicar algo nuevo y atractivo. "Desde hace varios años la nube de internet se está apoderando de todo y hay como una competencia con las publicaciones de papel. Nos hemos esforzado por ofrecer cosas que internet no ofrece. Nos hemos tenido que esforzar mucho con el libro. La revisión ha sido muy lenta y meticulosa y es una cosa que se nota. Los editores no han tenido prisa en publicarlo rápidamente y, al tener mucho tiempo para confeccionarlo con calma, los errores son mucho menores", explica Alberto Martínez.

La mayor parte de las ascensiones las puede realizar un montañero de nivel medio y las hay ideales para los niños. "Hemos querido recuperar el espíritu del pirineísmo y del montañismo. Si subimos una cumbre, vamos a dejar los coches abajo y vamos a hacer una excursión de verdad. Por ejemplo, se asciende desde la pradera de Ordesa al Monte Perdido", valora Viñuales.

Alberto Martínez reconoce que el partero del libro es su amigo Eduardo. Es el primero que escriben al alimón dos autores que suman 40 libros en su currículum. "Eduardo escribió para SUA tres guías y fueron un éxito en ventas. La editorial había publicado varios libros de picos de las provincias vascas y Eduardo les dio la idea. Empezamos la labor con el buen tiempo del 2014", concluye Martínez.