Cualquier historia gana luminosidad si su escenario es Anfield. Un templo del fútbol inglés que acogerá a dos equipos con una misma mentalidad: atacar por encima de todas las cosas. Jürgen Klopp dice que está cansado, en el buen sentido, que le recuerden que hace 37 años un jugador del Liverpool marcó un gol importante en el minuto 56. No quiere mirar al pasado, por muy esplendoroso que sea: «Tenemos que escribir nuestra propia historia». En el banquillo visitante, a Pep Guardiola solo le queda que mirar al futuro, porque el City no tiene referentes europeos a los que agarrarse. En una temporada donde cinco equipos ingleses alcanzaron los octavos de final, solo uno pondrá pies en semifinales. La Premier ha colocado en el escaparate a sus dos embajadores del fútbol ofensivo.

City (88 tantos) y Liverpool (75) son sinónimo de gol en la competición doméstica, a mucha distancia de sus perseguidores. Tan incontrolables son sus ataques que en sus enfrentamientos esta temporada fueron también alocados. Los citizens golearon en el Etihad (5-0), y los reds en Anfield (4-3).

No es casualidad que el conjunto de Klopp haya sido el único en doblegar al City de los récords. El técnico alemán tiene un balance favorable cuando se enfrenta a Guardiola: 6 victorias, 1 empate y 5 derrotas. «Nunca le he ganado a Pep. Lo han hecho mis equipos», matizó Klopp. Guardiola no tendrá esta vez a uno de sus cracks. Agüero, uno de los más experimentados de su plantilla, se quedó en Manchester aún sin estar del todo recuperado de sus problemas de rodilla. Jugará Gabriel Jesus.

Klopp tiene a la defensa en horas bajas y solo a dos centrales a su disposición: Van Dijk y Lovren. Guardiola definió muy bien qué es un equipo grande: «Ves al Madrid o al Barça… y sus rivales atacando y atacando. Y ellos parece que se estén tomando un café, porque saben que su oportunidad llegará. Y cuando venga saben que van a fallar ese tiro. Esta es la gran diferencia».